El Penyal d´Ifac de Calp es un pozo ritual sin fondo. Un bañista de 38 años descubrió ayer una nueva sábana anudada por sus extremos (forma un hato) que contiene restos óseos humanos y objetos rituales, así como los nombres y las fotos de las «víctimas» del conjuro. Este paquete es ya el cuarto, tras el que recuperó un instructor de buceo de Benissa en la mañana del sábado, el que descubrieron los submarinistas de Calp esa misma tarde y el que hallaron de nuevo buceadores de Benissa por la noche (éste luego no se volvió a encontrar).

El que encontró ayer, sobre las 18:45 horas, el bañista, que es vecino de Alicante, está en la misma cara sur del Penyal donde aparecieron los anteriores. Estaba próximo al helipuerto del paseo Príncipe Felipe y a escasísima profundidad. De hecho, el bañista lo vislumbró mientras hacía snorkel. Está a unos cuatro o cinco metros de hondo (los otros estaban a unos 19 metros).

Los especialistas del Grupo de Actividades Subacuáticas de la Guardia Civil han acudido esta mañana a sacar ese hato formado con una sábana y, al entrar en el agua, no sólo han recuperado esa bolsa, sino que han encontrado otra más.

En concreto, los GEAS de la Guardia Civil han recuperado esta mañana dos bolsas rituales más en aguas del Penyal d'Ifac. Una, compacta, fue la que descubrió ayer el bañista, y otro hato abierto. La sábana, con bordados de colores que componen símbolos esotéricos es más pequeña y tenía restos óseos esparcidos por ella.

El bañista que ayer encontró la primera bolsa no se atrevió a tocarla. No obstante, sí recogió una estatuilla de bronce que estaba junto al cuarto paquete ritual. Es una figura femenina muy estilizada, de rasgos demoniacos (tiene dos protuberancias en la frente a modo de cuernos) y con los brazos alzados. Los incipientes cuernos que se aprecian en su cabeza la emparentaría con la iconografía satánica.

El turista acudió al puesto de los socorristas de la cala del Racó, que está próxima a donde se han hallado todos los fardos rituales. Los socorristas, que ayer declinaron hacer declaraciones a este diario, avisaron a la Guardia Civil y a la Policía Local.

El concejal de Seguridad, Matías Torres, sí indicó que el bañista ya había visto hace unos días la sábana, pero entonces pasó de largo y no le dio importancia. Luego vio en la prensa que los paquetes de rituales de brujería o hechicería que se habían encontrado se asemejaban mucho a lo que él atisbó a poca profundidad. Regresó y allí seguía. Y sí, era otro fardo de un macabro rito.

El cuarto hato ritual y la estatuilla confirman que el ceremonial de hechicería que se llevó a cabo presumiblemente la pasada semana en el Penyal d´Ifac (la Guardia Civil considera que los restos se lanzaron al mar 48 o 72 horas antes de hallarse el sábado) tuvo bastante entidad. Quienes realizaron el conjuro o el ritual esotérico (la estatuilla de ayer reforzaría que podría ser satánico) se sintieron atraídos por el poder telúrico del Penyal. Percibieron que este lugar de imponentes acantilados irradia magia.

Mientras, el delegado del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Juan Carlos Moragues, confirmó ayer lo que Levante-EMV había avanzado en exclusiva, que en estos conjuros se invocaba a personas de carne y hueso de Extremadura, en concreto de Cáceres. Moragues precisó que también han aparecido entre los objetos envueltos en las sábanas nombres y fotografías (también llevaban apuntados nombres) de personas de otras provincias.

Papeles de la Agencia Tributaria

Reveló que había documentos de la Agencia Tributaria «con nombres y apellidos». Confirmó, como también adelantó este diario, que la Guardia Civil se pondrá en contacto con esas personas invocadas en el ritual para «saber el porqué de la aparición de estos huesos y del resto de cosas».

Los restos óseos humanos que contienen estos hatos han permanecido enterrados entre 30 y 40 años. Están pigmentados de marrón, lo que revela que estuvieron durante décadas en contacto con la tierra. En Calp y los pueblos de alrededor, no se ha profanado ninguna tumba. Pero, al hallarse nombres y fotos de personas de Extremadura y de otras provincias alejadas de Calp y el Penyal, la inhumación de los esqueletos (el del primer paquete estaba casi completo) se podría haber realizado en algún viejo y olvidado camposanto de la parte oeste de España.

El hecho de que en el ritual aparezcan nombres y fotografías de personas vivas, así como documentos de hacienda que traslucen que se pretendió hacer un sortilegio para conjurar agobios fiscales, refuerza la hipótesis de que el ritual se enmarcaría en la brujería o la hechicería.

El misterio crece por momentos. El nuevo hallazgo ha vuelto a sembrar la inquietud en Calp. La cara sur del Penyal se ha convertido en un cementerio de los horrores en el que en cinco días se han descubierto cuatro hatos formados con sábanas que contenían huesos humanos.