El coordinador general del Grupo Parlamentario Popular (GPP) en les Corts, José Ciscar, indicó ayer que el presidente de Castilla La Mancha, Emiliano García-Page, «pretende cerrar el trasvase „en referencia al Tajo-Segura„ ante el silencio vergonzante de Puig, Oltra y la consellera de Agricultura Elena Cebrián» y «quiere sustituir el agua del trasvase por agua procedente de las desalinizadoras». El representante popular señaló que el trasvase Tajo-Segura «es insustituible. Y así lo debe saber y aceptar Garcia-Page y todo el gobierno de Castilla La Mancha». «Tan lamentable como las últimas declaraciones del actual presidente castellano-manchego es el silencio cómplice de Ximo Puig y Mónica Oltra», denunció Císcar, quien indicó que «no puede ser que cada vez que García-Page abra la boca para atacar el trasvase Tajo-Segura, desde el Palau de la Generalitat no se le respondan con la contundencia que los hechos requieren».

Císcar también comentó que «estamos ante una situación extrema de sequía ante la que no caben medias tintas ni mirar hacia otro lado. El Consell no puede permanece de brazos cruzados ante la peor sequía en medio siglo, ajeno al sufrimiento de los agricultores valencianos y sin defender sus intereses». Císcar también recordó que «la agricultura de la zona regada por el trasvase Tajo-Segura sostiene más de 100.000 empleos y aporta más de 2.400 millones de euros al PIB nacional».

Según el representante del Partido Popular, «García-Page plantea una vuelta al pasado, a los intentos del gobierno de Zapatero y su ministra Narbona de sustituir el agua del trasvase por el agua desalinizada, lo que tristemente se dio a conocer como la famosa 'Cláusula Narbona'».