Conflictos. Son prácticamente inherentes a la condición humana. En cualquier ámbito los hay. No hablamos ya solo de belicismo o enfrentamientos violentos, sino los que surgen en nuestro propio hogar. Constantemente existen divergencias entre los propios vecinos acerca de cosas de mayor o menor importancia, según por dónde se mire. Ante ellos, la asociación Educare Social de Elche ha lanzado un nuevo proyecto para hacer frente a ellos: la cultura de la mediación.

Esta entidad ilicitana, con la que colabora la Obra Social la Caixa a través de su convocatoria Acción Social 2015, quiere concienciar de la necesidad de resolver pacíficamente estos conflictos. Según la propia asociación «es un proceso de sensibilización, información y transmisión de un conjunto de actividades, conductas, valores y normas que determinan una manera de pensar sobre el conflicto y su resolución positiva».

«Lo que se persigue fundamentalmente es generar una red local de convivencia que sea transversal a todos los barrios a través del movimiento asociativo de la ciudad y asimismo conseguir la necesaria difusión de la cultura de mediación», insisten las mismas fuentes.

Esta propuesta de resolución de conflictos consta de un proceso en el que participan de forma natural las partes implicadas con la intervención de una tercera persona mediadora neutral e imparcial. En este encuentro se trata de ofrecer las herramientas comunicativas adecuadas para que los protagonistas del enfrentamiento alcancen el mejor acuerdo con el objetivo de lograr una convivencia saludable en la comunidad.

Para ello, en Educare Social son conscientes de la necesidad del voluntariado. De hacho, cuentan con 20 personas de diferentes asociaciones de la ciudad que han querido formar parte de él. En su formación se dan a conocer técnicas de comunicación para que puedan atender a las personas que se acercan a sus entidades con otro enfoque, teniendo en cuenta sus emociones y necesidades. Así, intentan darles una oportunidad de entender su conflicto de forma positiva, como una oportunidad de cambio. Es decir, buscan modificar su punto de vista para facilitar una resolución que todas las partes del conflicto acaben aceptando de buen grado.