El 18 de septiembre, y en el marco del Projecte Rafel Festival, unos 150 perros disfrutarán de un concierto pensado y compuesto sólo para sus oídos. Disfrutarán, o no, porque Jesús Salvador, «Chapi», muñidor de la «Fantasía Canina» confiesa que no sabe cómo reaccionará su público potencial a su propuesta. «La he tocado para Hugo, mi perro, y no ha reaccionado de ninguna manera, pero a lo mejor es porque lleva toda la vida escuchándome...».

Está claro que este compositor de Rafelbunyol, percusionista de fama internacional y creador del Grupo Amores (referente español de la música de vanguardia), no busca el aplauso fácil (imposible, por otra parte, cuando tu público es canino), pero sí le encantaría que los perros acompañados de sus dueños que se reunan en el Parc de la Senyera para escuchar su concierto aullen como «groupies» en un concierto de los Beatles.

«Si empezamos y un perro empieza a aullar y el resto va cogiéndose, moriré de placer -anuncia «Chapi»-. Los aullidos forman parte de su comportamiento alelomimético (la imitación de una conducta como gesto de pertenencia al grupo), una búsqueda de unión y estabilidad». «Mi música no está hecha para amansar a las fieras -añade-. Está hecha para que se exciten, para que aullen como si estuvieran en un concierto de rock».

La «Fantasía Canina» está compuesta por seis piezas «envolventes y laberínticas», en definición de su autor; una serie de secuencias rítmicas montadas sobre la base de grabaciones de ladridos realizadas por el compositor y unos toques de Bach en los arreglos. «Además, habrá momentos en los que gracias a la electrónica se emitirán ultrasonidos que sólo podrán escuchar los perros», añade.

Para llevar a cabo este objetivo animalesco, «Chapi» se ha rodeado de intérpretes de música clásica y contemporánea (el Ensemble d´Arts, algo así como la banda residente del Projecte Rafel Festival), entre los que destaca el trombonista Toni Belenguer y la voz de Conxi Valero. «Más que cantar, lo que hará Conxi serán onomatopeyas caninas», avisa el autor.

Según explicó el compositor en la rueda de prensa celebrada ayer en Rafelbunyol, «con este proyecto pretendemos reestablecer canales de comunicación con otras especies y mejorar las relaciones entre los perros y sus propietarios y propietarias. Se ha demostrado que los perros entienden y reaccionan a las palabras según su entonación, y eso me ha servido como punto de partida de este concierto».

«Empecé a trabajar en esto hace seis o siete meses. Cada vez humanizamos más a nuestras mascotas, cada vez más forman parte de nuestra sociedad. ¿Qué podía hacer yo, como músico, para contribuir?», explica. Los aullidos dirán si la respuesta está en la Fantasía Canina.