La Universitat de València acogió recientemente el IX Congreso Ibérico del Agua donde se reunieron cerca de 200 expertos procedentes, fundamentalmente, de España y Portugal que debatieron con representantes políticos de la Generalitat y del gobierno luso sobre los retos de la gestión hídrica y las relaciones entre las ciudades, y los ecosistemas, concluyendo que es necesario evitar la sobreexplotación de los recursos naturales. Francesc La Roca es el presidente del comité organizador del congreso y durante años ha estudiado las políticas hídricas y la prevención de contaminación industrial, aspectos clave del debate sobre la gestión del agua.
¿Qué problemas se han generado en la Comunitat en torno a la gestión del agua?
En la Comunitat Valenciana hay ejemplos de muy mala gestión por agotar los recursos, tanto por cantidad como por calidad, especialmente en zonas del sur. Y cuando no hay recursos suficientes se pide que vengan desde otro sitio, y lo que se hace es trasladar allí los problemas. En Alicante se ha tenido que perforar tanto en los acuíferos que el coste para sacar agua llega a ser prohibitivo. Entonces, se reclama el agua del Tajo sin tener en cuenta los problemas que se generan allí.
¿Por qué son tan problemáticos trasvases como el Tajo-Segura?
Es una infraestructura conflictiva que se hizo durante la dictadura, cuando las cosas se hacían por imposición. Ha beneficiado a los agricultores de Murcia y Alicante para ampliar su negocio en lugar de mantener una agricultura adaptada a sus posibilidades. Es una mala solución y desde mi punto de vista hay que empezar a pensar en desmantelarlo.
¿Qué alternativas deberían llevarse a cabo?
Es importante empezar a hablar y diseñar una estrategia de transición a medio plazo, ya que llevará años. Es necesario ir acordando fases y tiempos de desmantelamiento de la infraestructura y buscar soluciones transitorias como la desalación, que es la más evidente y que está sobre la mesa. Pero yo iría más allá porque hay que reducir la superficie regada en las zonas receptoras de ese agua.
¿En qué medida afectaría al sector agrícola?
Habrá que resolver conflictos porque hay dos posiciones enfrentadas: unos argumentan que el agua debería correr naturalmente por el río y otros defienden un imperio agrícola que se ve amenazado. Habrá que resolverlo colectivamente. Al igual que en otros sectores ha habido una reconversión, también tendrá que haberla en la agricultura, no sólo en el caso concreto del trasvase Tajo-Segura, sino para resolver los problemas la expansión irracional del regadío que nos obliga a pensar en la recuperación de la agricultura de secano.
¿Qué debe hacer el Consell?
La Generalitat tiene que hacer mucha pedagogía social y sobre todo que los partidos que apoyan al Consell no digan una cosa en el sur y otra en el norte.
