El de ayer no era el mejor día para que la síndica del PP, Isabel Bonig, se luciera en la tribuna desgranando los males del nuevo Consell. El caso Barberá, en su día una de sus principales valedoras, sobrevoló durante toda la sesión del debate Política General y tenía amargada a la bancada popular. Ahora bien, las adversas circunstancias no minaron el ánimo de la portavoz popular que protagonizó una dura intervención en la que puso del revés el primer año del Gobierno del bipartito „«es un bluf, un decálogo de mentiras», dijo„ para concluir con una frase con retranca: «Ustedes son el problema de los valencianos».

Bonig no dejó títere sin cabeza. En su diana dialéctica, estuvo sobre todo, el presidente Puig a quien acusó en reiteradas ocasiones de ser «un mentiroso compulsivo» y de ser un «mal presidente». «Liderara un Consell al que le falta trabajo, visión, esfuerzo y convicción y le sobra radicalidad». La lideresa del PP centró sus reproches en tres ejes: el «sectarismo» del tripartito, el «caos» y la «inacción» en la gestión y los incumplimientos del pacto de Botànic (usó todo el rato el término Titanic) en materia social y de regeneración. Así, denunció el «enchufismo» y acusó a Puig de usar «la administración para perpetuar a una generación de cargos públicos que lleva 30 años subida en el coche oficial». También le reprochó que no haya cumplido su promesa de reducir el número de altos cargos y asesores «¿Usted me va a hablar a mi de regeneración? Es una broma», indicó Bonig, que reconoció la «tormenta» que tiene encima su partido por los casos de corrupción, si bien se limitó a admitir que es verdad que su partido «ha hecho cosas mal». En la réplica, el presidente de la Generalitat se sorprendió del «desparpajo» de la popular a la hora de hablar de corrupción. «Lo suyo es una huida hacia adelante», espetó el presidente, quien lamentó que Bonig esté alejada «de la derecha moderna». «Debería haber salido a pedir perdón por haber elegido a la señora Barberá», indicó.

Durante su intervención, la síndica popular esgrimió la recuperación electoral del PP en las dos últimas elecciones nacionales para vaticinar el declive del bipartito: «Ha hecho el discurso de un expresidente, cada vez está más cerca de convertirse en el nuevo vocal del Consell Jurídic Consultitu», clamó la popular con una bancada aparentemente entregada. Bonig se mostró convencida de que la pérdida de apoyos del «frente popular» y la recuperación de votos del PP en las generales son un aviso: «El pueblo ha hablado dos veces y usted no le escucha», dijo.

En su repaso del año del Botànic, Bonig hurgó en la herida de los retrasos en las ayudas a la dependencia: «Se comportan como buitres esperando que la gente se muera para no pagarles», soltó dejando ojipláticos a los diputados. La frase en realidad era made in la vicepresidenta del Consell, Mónica Oltra. «Lo dijo ella», aclaró Bonig, un golpe de efecto que sus diputados agradecieron con un sonoro aplauso.

En este tono agresivo transcurrió la intervención de Bonig, aludiendo al «radical» conseller de Educación, Vicent Marzà y a su ruta «separatista». La cuestión catalana también fue mentada: «Ustedes prefieren ser catalanes de segunda, que valencianos de primera», espetó. Bonig echó mano de las fotografías y recortes de prensa de la manifestación contra Educación por el «ataque» a la concertada: «Si las cosas van tan bien ¿por qué 250.000 valencianos han salido a la calle a protestar contra sus políticas?», asestó Bonig. El Pacto del Botànic se hunde, son ustedes un bluf, un fraude y son rehenes del pasado y de sus promesas», sentenció Bonig, que ignoró la ofertas de pacto de Puig en materia educativa y en financiación y no hizo una sola propuesta en positivo.