Las 38 grabaciones realizadas por Marcos Benavent y aportadas al Caso Taula han resultado ser un talismán de oro, platino y brillantes para los investigadores de la Guardia Civil. Los archivos, aportados por la diputada de EU, Rosa Pérez Garijo, y el grueso por el exsuegro del yonki del dinero, se han convertido en un GPS sonoro que ha guiado a los investigadores a través de la «trama criminal y organizada dirigida por el expresidente de la Diputación de Valencia», en palabras del Fiscal Anticorrupción, Pablo Ponce, que ha dirigido la investigación junto al magistrado Víctor Gómez.

No es habitual disponer de este tipo de información tan valiosa. Los agentes del grupo de delitos contra la administración de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil así lo admiten en su «Informe Operación Taula». «Estas grabaciones han permitido a los investigadores acceder a conversaciones muy valiosas que muestran algo que no es fácil encontrar en las investigaciones por corrupción: la actitud y la voluntad, tanto del propio Marcos Benavent como de terceras personas con las que interactuaba, de obtener un enriquecimiento ilícito valiéndose de los cargos públicos que ostentaban». Las grabaciones han permitido obtener los indicios para confirmar el presunto cobro de mordidas en Ciegsa, Imelsa, la Diputación y el Ayuntamiento de Valencia.

Aunque también aportan mucha más información. Tanta que permitirían seguir tirando del hilo para crear una retahíla de piezas separadas de tal calibre que obligaría a la UCO de la Guardia Civil a crear una sucursal exclusiva para Valencia.

Los archivos sonoros grabados entre el 14 de septiembre de 2005 y el 19 de diciembre de 2006 revelan la frenética actividad desplegada por Benavent, a instancias de Rus y el exalcalde de Genovés, Emilio Llopis, en la provincia de Valencia, con pequeñas incursiones en la de Alicante, para lograr mordidas de todo lo que se movía.

«Ganamos algún durito»

Por ejemplo en la construcción de un PAI (programa de actuación integrada) en El Puig. Benavent revela el 5 de octubre de 2005 a Alfonso Rus que «me ha llamado el hermano de Concha Castillejos, la de Bañuelos, pidiéndome todo el listado del Puig y le he dicho que tenía que hablar contigo (...) Porque quieren, cuando vaya al PAI, tener a toda la gente controlada». Es una grabación de 20 minutos que da para mucho. Ambos tratan la posibilidad de cobrar una mordida al gestor de una residencia. «Él dice que con tres mil metros hace lo mismo que en Favara. Si quieres que te gestione la de Caixa Ontinyent...», explica Benavent a Rus. La conversación acaba con el anuncio del yonki de que «voy a hacer el Pitch and Putt en Alfauir, linde con Ròtova».

El 28 de octubre de 2005, un «desconocido» negocia con Benavent la posibilidad de «"astacar" (clavar) alrededor de 4 kilitos» a los constructores de una residencia en Anna interesados en venderla antes de ponerla en marcha. El 5 de noviembre el yonki del dinero insiste a Emilio Llopis para que hable «con el de Novelda, por lo de Mirascon [(sic), aunque debe referirse a la constructora Midascón]. Eso es Juan Bautista Soler (el promotor) y le dices: "yeee, atiéndeme, si quieres que te haga alguna otra empresa otra oferta". Yo le puedo buscar alguna y por lo menos ganamos algún durito».

El apetito monetario del yonki del dinero era insaciable. El 6 de junio de 20006 habla de otra presunta mordida de «200 para todos» aunque su interlocutor le informa que «no, 200 para cada uno». Benavent se emociona: «Xe, todavía estoy empalmado, xe. ¿Cómo 200? 231 millones y yo digo: ¡Viva la madre que te parió!»