La Conselleria de Sanidad ha tardado quince años en volverse a preocupar por la atención a la salud mental de los valencianos, cómo se está prestando y en qué, necesariamente, se está fallando. Tres lustros después del último plan de Salud Mental autonómico desarrollado por un gobierno del Partido Popular, el nuevo Consell del Pacte del Botànic presentó ayer el suyo propio con el que quieren hacer justicia a la hermana pobre de la sanidad valenciana.

Así lo recordó ayer la consellera del ramo, Carmen Montón, en la presentación pública de esta estrategia a cuatro años en la que han colaborado 150 profesionales. «Estamos saldando una deuda con nuestra comunidad» porque la salud mental «fue la gran olvidada por los antiguos gobiernos del PP», apuntó. La estrategia 2016-2020 presentada ayer sigue las líneas generales del Plan de Salud de la conselleria y que busca poner al paciente en el centro del sistema.

Esto, aplicado a los enfermos de salud mental, supone cambiar el concepto de atención y hacerlo comunitario e incluso aumentar la atención domiciliaria, apostar por mejorar la situación de los pacientes en su entorno y fomentar su inclusión en una sociedad que los estigmatiza y que está acostumbrada al sistema de internamiento más que al de recuperación social que ahora se busca.

Siguiendo estas premisas, gran parte de los 60 objetivos específicos que se reparten en las cinco líneas estratégicas del plan, están dirigidos a reordenar los recursos existentes y mejorar la interconexión entre ellos ya que una de las debilidades detectadas en el estudio previo necesario para parir el plan ha sido la gran desigualdad de recursos existentes y, en muchas ocasiones, la falta de coordinación con centros todavía gestionados por las diputaciones o por recursos dependientes de la Conselleria de Políticas Inclusivas, con la que se mantendrán lazos más estrechos.

De hecho, la estrategia incluye la recuperación bajo gestión autonómica de centros de media y larga estancia como el de Bétera de la diputación de Valencia o el doctor Esquerdo del gobierno provincial de Alicante.

Además de necesaria, la reordenación y el cambio de mentalidad en cómo abordar los problemas mentales será el grueso del plan ya que la conselleria tampoco está en disposición de invertir de golpe los millones de euros necesarios en infraestructuras y personal que se demandan una y otra vez tanto por usuarios como por sus familiares.

Por ahora, la consellera sí anunció que se iba a garantizar que para 2020 los pacientes de todos los departamentos de salud pudieran tener acceso a los servicios de hospital de día -pero no necesariamente que todos los departamentos de salud contaran con uno- y se iba a aumentar de dos a cinco los hospitales de día para niños y adolescentes, uno de los grupos de población en los que más hincapié se hará en el plan junto a colectivos desfavorecidos o en riesgo de sufrir algún trastorno mental.

De hecho, hoy por hoy, solo hay dos hospitales de este tipo, uno en Castelló y otro en Alicante. El objetivo es tener dos en Valencia, dos en Alicante y mantener el de Castelló. También se quiere contar con un hospital de día para trastornos de personalidad y de la conducta alimentaria «por provincia».

Otra de las «patas» del plan será crear protocolos dirigidos a contener las cifras de suicidios en la Comunitat Valenciana. Solo en 2014 murieron de esta forma 380 personas.

5,7 millones en personal

Todos estos recursos se llevarán una dotación presupuestaria anual de 219 millones de euros. El plan demanda, de hecho, que se cree una línea presupuestaria específica para controlar mejor los recursos que, en principio, no variarán sustancial. Eso sí, la conselleria anunció que se destinarán en estos cuatro años 5,7 millones de euros más para reforzar la red de atención de salud mental con 61 profesionales más, lo que supondrá un 5,3 % sobre el total de 1.142 profesional que hoy en día están en el circuito entre psiquiatras, psicólogos, enfermeras u orientadores.

De ellos, la gran mayoría serán enfermeras, 15 más en 4 años, aunque la consellera no se comprometió ayer, tal como piden desde el consejo de enfermería, Cecova, a catalogar las plazas bajo la especialidad de salud mental pese a que los estudiantes sí se están especializando para ello. Además se contratarán 10 psicólogos más, 6 psiquiatras, 10 trabajadores sociales, 12 auxiliares de enfermería y 8 terapeutas ocupacionales.