La Guardia Civil investiga la financiación por parte de un banco saudí de un proyecto que planeaba abrir en Aldaia el primer colegio islámico de España, con capacidad para 800 alumnos. El proyecto, de momento, está parado «por falta de dinero», según el presidente de la entidad que promovía la creación de esa escuela, Faouzi ben Messaoud, quien niega cualquier vinculación con los Hermanos Musulmanes, el grupo terrorista con quien ha sido vinculada su fundación por algunos medios de comunicación.

Fuentes de la lucha antiterrorista dijeron ayer a Levante-EMV que «no existe ninguna prueba de esa vinculación», aunque explicaron que, dado el origen de los 2,5 millones invertidos en la compra del solar de Aldaia que iba a albergar el colegio y sus características, los servicios de Información iniciaron una investigación sobre el proyecto nada más formalizarse la inversión, en 2010.

Según ha podido saber este diario de las citadas fuentes, todo el dinero ha sido aportado a través del Banco Islámico de Desarrollo con fondos provenientes de Kuwait, Libia, Turquía, Emiratos Árabes, Irán, Egipto y Pakistán.

De momento, los investigadores no han encontrado ningún indicio de que detrás del colegio estén la mano de Al Qaeda o del Estado Islámico, ni a través de los Hermanos Musulmanes ni de otros grupos de la esfera radical islámica. Eso si, varios de esos países albergan el núcleo duro, principalmente intectual, que nutre de imanes e ideólogos a toso los grupos que se cobijan bajo el paraguas de las dos grandes organizaciones terroristas islamistas que se disputan la hegemonía de la Yihad.

El proyecto que iba a poner en marcha la Fundación Islámica en España Convivencia e Integración (Fiesci), que preside Ben Messaoud, planeaba un gran centro escolar, con alumnos de infantil a secundaria, pudiesen recibir clases de religión islámica. «Ahora no ocurre a pesar de que así lo refleja la ley. Con la Conselleria de Educación hay buena relación y aseguran que si los alumnos lo piden la Administración responderá. Pero, en la práctica, sabemos que se han dado casos de peticiones en varios centros y no ha habido respuesta», afirma Faouzi ben Messaoud.

El solar de 30.000 m2, a la venta

De momento, ese colegio tampoco será una opción porque el proyecto está totalmente aparcado. Tanto es así, que la Fiesci puso hace meses a la venta la parcela, de 30.000 metros cuadrados, porque se quedaron sin fondos para continuar adelante. «Lo hemos intentado y no hemos conseguido el dinero suficiente, así que abandonamos el proyecto y punto. Ni en Aldaia ni en otro lugar», afirma tajante el presidente de la entidad.

Según los Acuerdos de Cooperación firmados en 1992 entre la Comisión Islámica de España (CIE) y el Gobierno español, el Estado debe «garantizar a los alumnos musulmanes, a sus padres y a los órganos escolares que lo soliciten, el ejercicio del derecho de los primeros a recibir enseñanza religiosa islámica en los centros docentes públicos y privados concertados» siempre y cuando haya al menos diez alumnos que lo demanden.

La Unión de Consumidores Islámicas de España (Ucide) afirma que actualmente solo se atiende una demanda básica de clase de religión islámica, en la etapa de Primaria, en comunidades autónomas como Andalucía (con 19 profesores), Ceuta (13), Melilla (10), Aragón (3), Euskadi (2) y Canarias, con un maestro.