Cuatro días después de que en una conferencia en el club de encuentro Manuel Broseta, la presidenta de los populares valencianos, Isabel Bonig, defendiera un valencianismo «reformista» e «integrador» frente al «rupturismo» y «la exclusión» que atribuyó a Compromís, la portavoz del PP en las Corts sacó a pasear toda la artillería contra el Consell, al que acusó de querer catalanizar la Comunitat Valenciana.

Desde el lunes hasta ayer la única novedad es el decreto de plurilingüismo anunciado por el conseller de Educación, Vicent Marzà que para el PP supone una discriminación para los padres que elijan educación en castellano para sus hijos. En ese contexto, Bonig acusó ayer de «alta traición» al presidente de la Generalitat, Ximo Puig, por abrir el Palau el pasado lunes «a quienes quieren romper España», en referencia a la delegación de más de un centenar de representantes catalanes, encabezados por el presidente, Carles Puigdemont, que mantuvo un encuentro bilateral con el gobierno valenciano con la defensa del corredor mediterráneo como eje reivindicativo.

Bonig exclamó ayer para empezar la sesión de control: «Vergonya» y acusó a Puig y a su Consell de buscar la catalanización de la Comunitat Valenciana. Según Bonig, tanto el decreto de plurilingüismo que impulsa el valenciano como la visita de Puigdemont así lo demuestran.

«El conflicto ha desaparecido»

Puig acusó a Bonig de ser extremadamente radical e imprudente y recordó que en el encuentro del lunes en defensa del corredor mediterráneo había representantes de su partido.

El jefe del Consell asegura que Bonig «busca el enfrentamiento entre los valencianos». En otro momento de su intervención en la sesión de control y en una respuesta a Ciudadanos, Puig aseguró que el conflicto de la lengua ha desaparecido con la Acadèmia Valenciana de la Llengua y que lo que el actual Consell busca es un mayor uso social del valenciano.

Mientras, el coordinador general del grupo parlamentario popular en las Corts Valencianes, José Císcar, denunció ayer un boicot de la Generalitat a la ministra en funciones de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, durante su visita a Altea ayer al no asistir ni el presidente del Consell, Ximo Puig, ni la vicepresidenta, Mónica Oltra. «Han demostrado su falta de respeto y su deslealtad», lamentó Císcar. «Se demuestra el sectarismo y desinterés del Consell por la Comunitat Valenciana y su falta de respeto a un Gobierno que compromete inversiones para mejorar la vida de los valencianos y ejecuta actuaciones para hacer de nuestro territorio un lugar más atractivo para vivir y trabajar y que visitar»», señaló en referencia a la inversión de 4,6 millones para proteger la costa en el término de Altea.