Lluvia, granizo, rayos, inundaciones e incendios. Fueron apenas dos horas a primera hora de la tarde, pero de una intensidad tal que el cielo parecía venirse abajo en gran parte de la provincia de Castelló. La Agencia Estatal de Meteorología ya había avisado de una jornada complicada, pero el amarillo de la alerta inicial se transformó en naranja ante unas lluvias en ocasiones torrenciales que, acompañadas por un intenso aparato eléctrico, dejaron sin duda la jornadas más lluviosa del año en el interior de la provincia de Castelló. Así empezó ayer el segundo día del otoño en la Comunitat Valenciana, con una jornada de lluvias desde la mitad de la provincia de Valencia hasta el norte de Castelló que dejó cierta tregua en tramos de la costa.

Un caso espectacular fue, sin duda, el de Benafigos, donde en poco más de una hora -entre las 16.30 y las 17.30 horas- llegaron a acumularse hasta 64 litros por metro cuadrado. Las tormentas llegaron desde la vecina Teruel y se movieron hasta la costa en apenas unos minutos. Los datos de la Aemet, a las 20.00 horas de ayer, recogía datos ya significativos: Benafigos, 83 litros por metro cuadrado; Atzeneta, 81,8; Altura, 60; Traiguera, 52,8; El Toro, 49,4; Morella, 46,4; Vilafranca, 43,9; Catí, 39,2; Vallibona, 36,4; Castelló, 23 y Vila-real, 20,8 litros por metro cuadrado.

Las precipitaciones vinieron en ocasiones acompañadas de granizo, que dejó también imágenes sorprendentes en puntos septentrionales como Morella o Vilafranca. En muchas ocasiones la tormenta era seca, con una gran descarga de rayos, que fue la causante de numerosos incendios, dos de ellos en la última hora en Alcora y Borriol, donde se movilizaron efectivos del Consorcio Provincial de Bomberos de Castelló.

Un fuego por la caída de un rayo

Otro fuego, declarado en Torreblanca, se inició por la caída de un rayo en una zona próxima a unos viveros. Asimismo, se actuó en Benafigos, Villanueva de Viver y Villahermosa del Río. En cualquier caso, el más complicado fue en Atzeneta del Maestrat, donde los medios aéreos tuvieron que retirarse dada la intensidad de la tormenta y el agua que caía torrencialmente y que, al menos, sirvió para apagar las llamas.

A última hora de la tarde la tormenta avanzó hacia la zona del interior norte de Valencia, con mucha actividad de rayos en la zona cercana a Viver. En la comarca de Requena-Utiel, por citar ejemplo, se registró una intensa granizada entre Fuenterrobles y la localidad de Jaraguas. La precipitación hizo que desbordaran algunos barrancos de escasa entidad. La granizada ha llegado en plena vendimia, lo que compromete la recolección en los próximos días, además de los daños sufridos por la uva.

Las lluvias descargaron con intensidad en la ciudad de Valencia y su área metropolitana.

Por otro lado, la fuerza de la tormenta obligó a algunos vuelos a alterar su ruta y aplazar el aterrizaje en el aeropuerto de Valencia.

El Consorcio de Bomberos de Valencia no registró incidentes de relevancia, según informaron al cierre de esta edición.