Juanma Velasco, escritor polifacético y columnista de opinión desde hace nueve años de Levante de Castelló, recibió un día de enero de 2014 una llamada telefónica del párroco de Benicàssim, su demarcación eclesiástica, advirtiéndole que tenía que hacerle entrega en mano de una carta ológrafa de la persona más influyente de la cristiandad: el papa Francisco.

Ambos interlocutores manifestaron su asombro mutuo ante el prestigio del remitente, pero Velasco intuyó que el azar se había puesto de su parte ya que dos meses antes, un sacerdote de raíces asturianas y con motivo de su invitación oficial a la asistencia a la Misa del Gallo vaticana, se había comprometido a hacer llegar al Pontífice, a modo de presente, la última novela publicada de Juanma A ti Mateo, es a ti. A tenor de la llamada, el resultado de la ofrenda se le revelaba al escritor como inesperadamente satisfactorio.

La novela tiene como protagonista pasivo a un cuadro de Caravaggio, La Vocación de San Mateo, que resultó ser la pintura favorita del pontífice argentino. Esa afinidad pictórica entre el papa y el escritor fue la razón de que éste se propusiera hacerle llegar un ejemplar de su novela. Sorteando todas las leyes de la probabilidad, la novela llegó a manos del Pontífice acompañada de una carta en la que el novelista le trasladaba su doble y paradójica condición de ateo y de admirador de su papado que ya por entonces se revelaba diferente.

Francisco, en un gesto anónimo que delata su condición de papa singular, le correspondió con una postal extensa, fechada el mismo día de Navidad, emotiva y directa a la fibra sensible, agradeciéndole el gesto, la sinceridad y anunciándole su intención de leer la novela que le había regalado.

Un autor contra las normas

Juanma Velasco es uno de esos escritores de raza que abandonó un día un trabajo acomodado para vivir en escritor y de su escritura. Sin embargo, España, manifiesta el propio autor, no alberga un ecosistema cultural propicio para que los escritores sin respaldo mediático y sin someterse a las leyes editoriales de escritura sencilla, puedan sobrevivir de su aptitud y de su voluntad, por anchas que sean ambas.

Pero él se resiste a claudicar, amparándose en un talento literario que se adjudica sin arrogancia, manteniendo una enconada batalla contra la mediocridad comercial que se extiende, salvo escasas excepciones, por los estantes de las librerías de la mano de las grandes multinacionales de la palabra escrita.

Refiere que RBA le rechazó su última novela autoeditada Temblores para una República, por «estar demasiado bien escrita y no ajustarse a los estándares medios del público al que va dirigida la colección en la que podría insertarse».

De ahí que se haya visto obligado a subastar a través del portal eBay y no sin un conflicto emocional severo, la carta-postal que Francisco le regaló un día de Navidad sin otra contraprestación que la petición al escritor de que rezara por su causa (la papal) o en su defecto le enviase «buena onda», a lo que el novelista correspondió en una misiva de respuesta. Confía Velasco en que el predicamento y la notoriedad del papa argentino despierten el interés de algún coleccionista admirador del pontífice.

Con lo obtenido, el escritor castellonense tiene previsto, además de mitigar la precariedad, financiarse la autoedición en primavera de su nueva novela Los contrabandistas de lluvias.

Y seguir resistiendo empuñando la palabra escrita, recorriendo los certámenes literarios y desde su espacio web de «negro» a la nueva usanza, www.teeescriboloquequieras.com, hábitat desde el que es capaz de elaborar y corregir cualquier texto a cualquier solicitante, sea persona física o jurídica.

Juanma Velasco todo un numantino de la literatura, a la de tres.