­La «Entrà» de Moros y Cristianos que se celebrará este próximo sábado en Sagunt no contará con presencia de animales vivos para así evitar polémicas. El presidente de la Associació de Festes de Moros i Cristians, Mario Aparisi, confirmaba a Levante-EMV que la decisión se ha adoptado tras las críticas surgidas el año pasado a raíz de la presencia en el desfile de medio centenar de ocas que «bailaban» al son de su adiestrador.

Aquel hecho, como informó entonces este diario, arrancó numerosos aplausos en vivo pero luego fue cuestionado en las redes sociales, especialmente, desde las peñas del Port de Sagunt, al considerar que esa presencia chocaba con lo ocurrido apenas unos meses atrás en las tradicionales cucañas de las fiestas patronales, cuando se habían dejado de soltar patos vivos por el temor del consistorio a incurrir en prevaricación, a nuevas multas y a más sentencias en contra por un trato a los animales «antinatural».

El responsable de Associació de Festes de Moros i Cristians admitía que, a la vista de lo ocurrido entonces, esta vez la entidad ha querido impedir «que alguien se pueda sentir molesto». «Esto es una fiesta y lo que queremos es que la gente venga a disfrutar, nada más», apuntaba al tiempo en que insistía en que «lo de las ocas no iba con segundas intenciones, ni chulerías. Contratamos un espectáculo; nos dijeron que nos iba a sorprender, pero sin dar detalles, y yo me enteré después del desfile de lo que era».

Aún así puntualizaba que la decisión tomada ahora en la relación a la Entrà «ha sido libre» y que el colectivo no ha recibido «presiones por parte de nadie».

También descartó que la medida tenga que ver con la cada vez mayor concienciación social sobre el respeto a los animales que, además, defienden las tres fuerzas de izquierdas que ahora gobierna Sagunt. «En realidad, no hemos prohibido nada. Hemos pensado actuar así ahora que está reciente lo del año pasado, pero si al próximo alguien quiere traer camellos o serpientes y la ley lo ampara, pues no habrá problemas», apuntaba.

De hecho, se espera que en el pregón de mañana sí participen algunas personas a caballo, tal y como se ha hecho en numerosas ocasiones en una fiesta que en esta edición cumple 26 años.

Los festeros consideran que esta medida no mermará la calidad ni la vistosidad de la Entrà, uno de los eventos más llamativos y que más público atrae. «Este año entre escuadras, los ballets y las seis ó siete bandas de música que tocarán, participaremos alrededor de medio millar de personas. Además, hay un espectáculo nuevo que no defraudará», apuntaba sin dar detalles, pero con la certeza de que esta vez no conllevará ningún animal, como el año anterior.