El Ministro de Fomento en funciones, Rafael Catalá, manifestó ayer en Puçol, donde visitó las obras de colocación del tercer hilo, que la conexión en alta velocidad entre Valencia y Castelló podría estar concluida en el primer trimestre de 2017, «lamentó» las expectativas creadas por promesas anteriores y atribuyó los retrasos exclusivamente a problemas técnicos y no a la falta de recursos financieros o de «voluntad política».

Catalá, que visitó las obras junto a responsables de Adif y Renfe, insistió en que «todos los tramos» del Corredor Mediterráneo están en obras, aunque más tarde y a preguntas de Levante-EMV, admitió que se trataba de una afirmación «poco técnica» para reconocer no solo que no había obras sino que todavía no se había decidido el diseño final de este tramo, que se licitó en 2012.

«Ya sé que se han dado plazos, que se han incumplido plazos. Imagino y comprendo una cierta sensación de frustración cada vez que llegan las fechas anunciadas y no se cumplen, pero puedo asegurar que igual que hoy terminamos las obras aquí, estoy seguro de que antes de que finalice el primer trimestre del año próximo estará en servicio la alta velocidad a Castelló», declaró Catalá.

Respecto al impacto de las obras sobre el servicio de Cercanías, el ministro dijo compartir la «preocupación» por la pérdida de calidad de servicio en la C-6 y demostró que se había aprendido bien la lección al citar también la C-3 entre Valencia y Utiel. «Somos conscientes de que ha habido una reducción de servicios a los ciudadanos y por ello pedimos disculpas», para añadir a continuación que todos los problemas de retrasos y cancelaciones en este tramo se derivan del interés por hacer compatibles las obras de colocación del tercer hilo con el tráfico diario de Cercanías. «Ha habido un impacto, que hemos tratado de mitigar», defendió.

El ministro en funciones manifestó también que, una vez concluidas las obras, se recuperarán todos los servicios preexistentes entre Valencia y Castelló. «Hoy mismo -aseguró- se empiezan a retomar frecuencias, a mejorar el servicio en un proceso paulatino de recuperación».

En estos términos se refirió el ministro a los efectos de la finalización de las obras en Puçol, sugiriendo que el tramo Castelló-Valencia ya no iba a sufrir más afecciones por los trabajos del tercer hilo.

Sin embargo, queda pendiente de conectar la variante de Nules -finalizada- al trazado general de la vía, lo que podría generar alguna afección cuando se ejecuten las obras. Así mismo, falta por conectar la vía el tercer hilo con la Estación de Joaquín Sorolla, aunque estas obras no afectan al tramo por el que circulan las Cercanías. También es necesaria la certificación de la Agencia de Seguridad Ferroviaria.

Un «repaso» al corredor

Tras el inicial mensaje triunfalista -«todos los tramos están en obras» frente «al powerpoint» heredado- y negar que haya habido una mala planificación, el ministro admitió «problemas» en algunos tramos del Corredor Mediterráneo y «dificultades» surgidas con las empresa adjudicatarias «sobre si los contratos deben ser modificados, si deben continuar los trabajos o incluso si debemos rescindir algunas adjudicaciones».

«En las próximas semanas haremos una presentación pública del estado actual del corredor, cómo está cada tramo, qué problemas tiene y por qué los tiene. Tenemos que ser transparentes en esto y marcar los tiempos de ejecución para el futuro próximo», concluyó Catalá.