Oficialmente se llama comisión gestora. ¿Seguro que no es una comisión de honras fúnebres para sepultar al partido?
La misión de la gestora es, precisamente, reconstruir el partido. Ha sido un momento muy doloroso para quienes amamos al PSOE y nos duele. La gestora intentará hacer renacer al PSOE. Lo fácil sería mantenerse alejado y ponerse de perfil. Pero toca dar la cara. Y no permitir que esta comisión gestora sea el enterrador, sino un grupo humano que, con apoyo de la militancia, sea capaz de hacer que el Ave Fénix resurja de las cenizas.
¿Qué papel práctico ha de tener la gestora?
Una parte fundamental es no descabezar al PSOE en el día a día de la organización. Pero todo lo que sean decisiones políticas de calado, tal y como contemplan los estatutos, es el comité federal el que debe definir la línea. Me refiero al tema que está sobre la mesa: el «no» a Rajoy o su investidura mediante abstención.
¿Habrá un mando a distancia de Sevilla a Asturias?
Yo entiendo que no. Si hacemos eso nos estaremos equivocando.
Usted ha sido muy firme en el «no» a Rajoy. ¿Está por reconsiderar esa posición?
Las condiciones respecto al PP no han cambiado en nada. Creo que el «no» a Rajoy se debe mantener.
¿Por qué?
Porque en esta última semana, al margen del problema que hemos tenido en el PSOE, no ha habido nada que haga a Rajoy menos inadecuado como presidente del Gobierno. Las condiciones de partida no han cambiado para nada.
¿La gestora debe propiciar contactos con el PP en este mes?
Las decisiones de calado dependen del comité federal, y si el comité federal no autoriza a que haya contactos, entiendo que la gestora no debería intentar exploraciones previas, puesto que no es el papel que tiene encomendado.
¿Ha podido hablar ya con el presidente de la gestora?
Hablé en la noche del sábado. Me dijo que hacía falta una gestora con perfiles de consenso y gente de marcada tendencia de izquierdas con voluntad de reconstruir el partido. El objetivo es que, en el caso de que haya unas terceras elecciones o cualquier otra circunstancia, el partido llegue lo más unido posible y con las máximas garantías para afrontar el tiempo tan complejo que se nos avecina.
Para usted es un voto de confianza muy grande de Ximo Puig, que lo propuso para el cargo.
Aunque parezca contradictorio, por el momento tan complicado en el que estamos, es un honor poder colaborar para mejorar el partido, ayudar a crear un proyecto ilusionante y con garantías de competir electoralmente.
¿Qué sintió al ver a gente manifestándose ante Blanqueries?
Mucha pena. Y me di cuenta de que la política es muy injusta muchas veces. Porque el president Puig ha propiciado siempre gobiernos de izquierda, ha denunciado la corrupción del PP cuando era clamar en el desierto con personas tan poderosas como Carlos Fabra, que le llegó a quitar el sueldo como diputado provincial de Castelló por denunciar sus casos de corrupción. Y da pena ver cómo ahora, cuando hemos conseguido que la Generalitat tenga un marcado tinte progresista, critican a una persona como Ximo Puig, que es íntegra en sus ideales y valores. Fueron críticas inaceptables y muy injustas.
El PSPV votó dividido en el comité federal. ¿Le preocupa?
Era un voto muy concreto para una cuestión muy determinada. Y creo que eso, más allá de algunos sectores que pueden utilizarlo buscando el beneficio orgánico, no tendrá ninguna consecuencia directa en la práctica. La mayoría de los dirigentes del PSPV que ayer votaron están preocupados por que haya un Consell estable. Muchos de ellos son dirigentes institucionales, alcaldes, miembros de las conselleries. Todos queremos que este gobierno progresista, después de veinte años de gobiernos del PP, siga estable y mejorando la vida de las personas.
