El primer día de clases por la tarde ha sido una fiesta para los niños del colegio público l'Olivera de l'Eliana al solo disfrutar de actividades extraescolares gratuitas en las que han bailado, pintado y cantado Jaume I tenía 100 soldats e incluso han estrenado un club de deberes en el que los más mayores han podido acabar la tarea para casa. Además, los más pequeños, han cruzado puentes imaginarios y atravesado cuevas de fantasía en un divertido taller de psicomotricidad. También aprendarán juegos tradicionales valencianos y de mesa.

Este centro educativo del Camp de Túria es una de las 303 escuelas de la C. Valenciana donde la Conselleria de Educación ha autorizado la jornada escolar intensiva que concentra las cinco clases diarias entre las 9 y las 14 horas. El cambio se introduce con el aval del voto masivo de las familias, pues en el referéndum del 15 de septiembre participaron el 87,8 % de los padres de los 238 alumnos de este colegio de una sola línea en valenciano. La jornada continua cosechó 208 votos a favor, 92 en contra y tres nulos.

Remodelación de horarios

El adiós a la jornada partida en mañana y tarde ha supuesto de primeras una sustancial remodelación del horario lectivo. «Hemos tratado de concentrar en las dos primeras horas del día, de 9 a 10; 10 a 11; y de 11:30 a 12:30, tras la media hora del patio, las asignaturas de lenguas y matemáticas, aprovechando que es el tiempo en que los niños prestan más atención», explica el director, José Corbera.

Las dos últimas sesiones son de 45 minutos (de 12:30 a 13:15 y de 13:15 a 14 horas) de destinan a clases como Educación Física o Artística, Naturales, Sociales y talleres. En el caso de Infantil (3 a 5 años) los niños tienen a las 11 horas un patio de 35 minutos, y además paran 10 minutos antes para lavarse las manos y llegar puntuales al comedor, pues comen en el primer turno.

La jornada continua viene a aliviar uno de los problemas de esta escuela que terminó Ciegsa hace 11 años, y es que cuenta con un comedor con capacidad para 50 alumnos en el que cada día comen de media 195 niños en dos turnos. Ahora la demanda de comedor ha caído en unos 30 alumnos, que sus padres van a recogerlos a las dos.

El cambio horario abre a las familias un abanico de tres momentos distintos para recoger a sus hijos. El primero es a las 14 horas, el segundo a las 15:30 cuando acaba el comedor y el tercero a las 17 horas como en la jornada convencional para aquellos padres que lo precisan. En este intervalo de hora y media Educación exige a los colegios extraescolares gratuitas.

En l'Olivera, el colegio ha llegado a un acuerdo con la empresa del comedor, Contalabor, para que organice con cinco de sus monitoras las extraescolares gratuitas. Los profesores son los encargados de supervisar las actividades y hasta las 17 horas tienen que permanecer en el centro un miembro del equipo directivo y un profesor de guardia.

La jornada del profesorado no se reduce. Ahora cumplirán las 25 horas lectiva semanales por la mañana y las cinco restantes de permanencia las harán en las tardes del lunes a miércoles en guardias, reuniones la Comisión de Coordinación Pedagógica o de ciclos, cursos de formación y atención a familias.

No al adelanto de la oferta de pago

A las extraescolares gratuitas se quedan 112 alumnos, pues a más de 50 los recogen sus padres a las 15:30 horas tras el comedor. El Ampa del centro, al igual que en la mayoría de los que estrenan jornada continua, ha solicitado adelantar las extraescolares de pago (inglés, informática...) que ofrece de 17 a 18 horas, pero Educación se niega para no crear alumnos «de primera y de segunda», entre los que pueden pagar y los que no.