La presidenta del PPCV, Isabel Bonig, trató de contraprogramar ayer al Consell de Ximo Puig con una reunión en Madrid con el ministro de Hacienda, Cristobal Montoro. La cita generó amplio malestar en el Palau de la Generalitat, ya que Bonig se desplazó a Madrid el mismo día en que estaba convocado el acto de Puig, pero prefirió verse con el ministro (la reunión tuvo lugar por la mañana) y no acudir al Círculo de Bellas Artes donde por la tarde el presidente de la Generalitat quiso visibilizar «el problema valenciano».

La decisión de Bonig era conocida desde hace días, si bien resulta chocante teniendo en cuenta que la lideresa siempre ha defendido que en cuestiones claves para la Comunitat como la financiación el PPCV estaría con el Consell. De hecho, el grupo parlamentario popular firmó el acuerdo de todos los partidos para reivindicar la financiación, también impulsado desde Presidencia.

Ayer, sin embargo, esta lealtad se quebró. Los socialistas le reprocharon su ausencia el «plantón» en un acto que califican de «histórico» y el gesto de concertar ese mismo día una cita con un ministro que, en parte, tiene en sus manos impulsar el cambio del modelo y mejorar la financiación valenciana y con el que el Consell mantiene un tenso pulso. Los populares replican, sin embargo, que nunca tuvieron al lado a la oposición cuando el Consell popular trató de sumar a la sociedad valenciana en la lucha por la financiación. Ayer Bonig pidió al Consell «trabajar antes que reivindicar»: «Trabajando es donde está el PPCV, mientras Puig y Oltra solo están en la foto, en el agravio y la confrontación», dijo. Manolo Mata (PSPV) calificó la reunión de Bonig de «paripé» y exigió a Montoro que reciba al Consell en las mismas condiciones.