«A este colegio sólo vienen los políticos cuando están en la oposición: antes eran unos, ahora son otros». La frase en sí resume el estado anímico y la «decepción» de la asociación de padres y madres del colegio 103 de Valencia, integrado por barracones desde hace nueve cursos y con problemas de inundaciones cada vez que llueve. El miércoles se congregaron para protestar por enésima vez. No fue los que antes iban: ni PSPV ni Compromís; sí fue Ciudadanos y el PP no se atreve. Dice Raquel Lafarga que ya están «acostumbrados a las promesas incumplidas». Una mala costumbre, como sabe.

Un año después de la entrada en el gobierno del bipartito de PSPV y Compromís, la presidenta del AMPA del 103 considera que todavía tiene disculpa la actual Conselleria de Educación porque a los nuevos gestores «se les ha acumulado el trabajo». «Se encontraron un caos en la educación pública dejado por el anterior gobierno de la Generalitat. Ahora sí que veo cierto compromiso de la Conselleria de Educación. Pero, por la experiencia, no nos lo creeremos hasta que veamos resultados. Y de momento no están llegando», señala.

Mientras la pelota va de mano en mano (conselleria, ayuntamiento, Ciegsa y Algeco, la empresa que alquila los barracones), Lafarga lamenta que está habiendo un problema de competencias y que el colegio ya no sabe a quién dirigirse». Ayer, un día después de la protesta, una empresa acudió al colegio 103 a recoger información sobre la cubierta y las fachadas. Ella critica que la información les llega a cuentagotas y, lo peor de todo, ya hay generaciones de escolares que han salido del centro y no han estudiado en un colegio normal en toda su trayectoria académica. «La Administración tiene que trabajar conjuntamente para sacar este proyecto adelante exige la presidenta de los padres del 103.

Ribó asume responsabilidad

En esa línea se pronunció ayer el alcalde de Valencia, Joan Ribó, que consideró «gravísima» la situación del colegio, según informa Europa Press. El alcalde de Compromís „el mismo partido que el del conseller de Educación, Vicent Marzà„ manifestó que es «imprescindible» solucionar las deficiencias del centro escolar «cuanto antes» y atender así las reivindicaciones para construir el centro y acabar con los barracones.

Ribó afirmó que este «problema» no depende de las competencias del ayuntamiento, pero señó que a pesar de ello el consistorio «tiene alguna cosa que decir» al respecto porque se trata de un asunto que «se debería haber arreglado hace muchos años». «Esos problemas hace muchos años que deberían haberse arreglado. La situación de este centro, que no es la única en Valencia, es gravísima y se ha de arreglar», admitió.

Por su parte, el conseller de Educación, Vicent Marzà, afirmó que su departamento está trabajando «para acelerar» la construcción del nuevo colegio 103 de Valencia. No puso paños calientes. Reconoció el retraso del proyecto por una «cuestión administrativa» y aceptó las críticas de las familias. «Comprendemos que los familiares no estén contentos y que los niños quieran su escuela, como nosotros. Es evidente que va con retraso y no nos gusta cómo está funcionando, es una cuestión administrativa y en la medida de lo posible estamos apretando para que se haga lo más rápido», añadió.

Marzà aseguró que va a informar «de cada uno de los trámites». «Y cuando no lleguen cuando desearíamos, lo diremos y es este caso, pero seguimos trabajando para que esté y la escuela estará», sentenció.

Deseo de acelerar la obra

El conseller destacó que la conselleria «está encima» de este tema y «trabajando» en su resolución, puesto que los «expedientes están en marcha». «No es que no se haya hecho nada, al contrario, el conjunto de las Administraciones que estamos implicadas estamos intentando acelerar esta construcción y otras».