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Opinión

La Valencia de antes de Jaume I

La Valencia de antes de Jaume I

Poco se sabe, por lo general, de la versión árabe de los sucesos de la reconquista de Valencia por Jaume I en 1238. Sólo conocemos el relato cristiano que, sin prolijidad de detalles, se nos ha contado y repetido mil veces, tanto en la rendición como en la toma de la ciudad. Sería bueno abrir ventanas a cómo lo cuentan los perdedores en esta gesta.

Hace unos años estuve en Túnez y la guía del Ministerio de Cultura que nos puso al grupo de periodistas que viajábamos explicaba que por esas fechas estaba de moda una novela, en francés, que giraba en torno a la caída de Valencia y el exilio de su cadí y corte al país tunecino. No lo pude encontrar, estaba agotado. Refería también la guía, de nombre Laia e hija de embajador, que en Túnez hay una comarca denominada, en árabe, de los valencianos, pues allí se concentraron buena parte de los exiliados, los cuales conservan costumbres, cultura y lengua especiales.

El Dr. Hussein Mones, catedrático de Estudios Hispánico Al Andalus en la Universidad de El Cairo, tiene un libro titulado Andalucía, Algarbia and Alsharky, en el que alude a la situación de Valencia ciudad y su área de influencia antes de la entrada aquí de Jaime I en materia poblacional y, según su investigación, en 1238 en el reino moro de Valencia había 120.000 musulmanes, 65.000 cristianos y 2.000 judíos, todos ellos hablando sus respectivas lenguas y practicando sus religiones.

El investigador alude a determinadas palabras que pronunció el rey Zayán, en el acto de rendición de la ciudad, en que advirtió a Jaime I: «En la ciudad de Valencia conviven musulmanes, gente noble de mi pueblo, junto con cristianos y judíos. Espero que sepa gobernarlos para que sigan viviendo con la misma armonía y para que trabajen esta noble tierra conjuntamente. Aquí durante mi reinado salían procesiones de Semana Santa y los cristianos profesaban su religión con toda libertad dado que nuestro Corán reconoce a Cristo y a la Virgen. Espero que usted conceda el mismo trato a los musulmanes valencianos».

La versión que conocemos es unilateral, la Crónica que alguien le escribía a Jaime I. No quiso el rey Zayán negociar la entrega de Valencia a Jaume I cuando éste se lo propuso y quiso plantearle batalla, la del riu sech, librada entre El Puig y el Carraixet, sufriendo una aparatosa y trágica derrota, a pesar de ser los suyos superiores en número y actitud y haber solicitado refuerzos, que le llegaron del rey de Túnez, pero la flota fondeada frente a las costas de la ciudad no desembarcó a sus soldados, uno de los motivos por los cuales cayó Valencia en poder de los cristianos.

El documento de capitulación que le impuso Jaume I, vestido con sus mejores galas en su tienda real de la Al Russafa, al rey Zayán, lo único que establecía era la entrega, por abandono, de la ciudad. La seguridad de quienes habían de salir se la garantizaba. Lo podían hacer con sus armas, sus ropas y sus muebles que quisieran o pudieran llevarse encima. Los enviaba más allá del Xúquer (Xuchar), a residir, y les daba una tregua de VII annos dapnum malum vel guerram non faciemus per terramnec per marem.

El documento de la capitulación, manuscrito original, se encuentra en el Archivo de la Corona de Aragón, sede de Barcelona, (Cancillería Real, pergamino 734 de Jaume I) y lo han estudiado ilustres investigadores medievalistas como Ambrosio Huici, Amparo Cabanes y Antonio Ubieto, entre otros. Está en latín. Se trata de un documento unilateral, en el que Zayán no pinta nada, y en el que fundamentalmente Jaume I envía a Zayán, y los que quieran irse con él, a las tierras al sur del Xúquer, con la prevención de que el aragonés se reservaba ya de antemano Cullera y Denia cristianos.

Jaume I en dicho escrito prometió y juró a Çayen regi, neto regis Lupi et filio de Modef, e hizo jurar a los caballeros y obispos que le acompañaban en la campaña que respetarían la tregua y la integridad de los expulsados del territorio, pueblos y ciudades tomadas. Que los moros que quisiesen permanecer en el término de Valencia se quedarían salvos y seguros bajo la protección del rey, y deberían ponerse de acuerdo con quienes tuviesen las heredades. Es decir, de propietarios, pasarían a ser los moros, inquilinos y obligados a pagar arrendamiento. El documento fue Datum in Roçafa, in obsididone Valencie, IIII klendas octorbis Era Mª CCª LXX.sexta.

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