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Entrevista

Helena Ferrando: "El 80 % de los inmigrantes está en riesgo de pobreza y eso es alarmante"

La directora de general de Inclusión Social asegura que el 13,5 % de la población valenciana es extranjera, tenga o no los papeles en regla

Helena Ferrando: "El 80 % de los inmigrantes está en riesgo de pobreza y eso es alarmante"

Tiene madera de líder. Y se nota. Dirige una de las áreas más complicadas del Consell y está dispuesta a cambiar las reglas del juego en las políticas de inmigración. Trabaja para reforzar las denominadas oficinas Amics (Agencia de Mediación para la Integración y la Convivencia Social), para cambiar el modelo de gestión con las ONG y para suprimir los «clientelismos» con entidades que trabajan con uno de los colectivos más vulnerables de la sociedad. Tiene claro cómo quiere hacer las cosas y que es responsabilidad del Consell la atención a los inmigrantes. Liderar. Ese es su objetivo para conseguir los resultados que persigue. Sin embargo, como ocurre con el colectivo para el que trabaja, su gestión parece, en ocasiones, invisible. Pero no lo es. Aunque los resultados sean para un colectivo olvidado por la mayoría.

Cada año conocemos cuántos inmigrantes vienen, cuántos se van... pero ¿sabemos cuánto tiempo tardan en integrarse, en sentirse uno más?

No, lo cierto es que no tenemos datos. Contamos con un sistema de estadística que no es real porque no tenemos en cuenta a las personas ilegales así que los datos no son reales. En ninguno de los casos. Una de las cosas que el gobierno valenciano no tiene es una foto. Una foto que muestre dónde hay más pobreza, dónde suelen estar, cuánto tiempo vienen... No tenemos ningún diagnóstico poblacional sobre las personas en exclusión. Los datos del INE, del padrón, son muy sesgados.

¿Y con qué cifras trabajáis?

La cifra más fiable es que el 13,5 % de la población valenciana es inmigrante, sea legal o ilegal. Y de ese 13,5 %, el 80 % está en riesgo de pobreza. Y eso es alarmante porque quiere decir que, en un principio, una persona inmigrante no va a tener las mismas oportunidades y que va a acabar en un nicho de pobreza.

Insisto... nada sabemos del tiempo que pasa hasta que llega la integración... si es que llega

Es muy complejo. Los niños, durante un proceso de escolarización, sí tienen cierto sentimiento de pertenencia pero, después, se les margina. Muchas veces, tras la escolarización, esos jóvenes regresan a sus países de origen y se dan cuenta de que tampoco son de allí. Si se quedan allí se sienten mal, y si regresan aquí, también. Y luego comienza el mundo laboral, que es mucho más estricto. Y a partir de ahí... son jóvenes sin ningún lugar. Por eso, a nivel educativo, se ha creado la figura del mediador y también nosotros la impulsamos ahora a nivel municipal. No hay nada peor que no saber de dónde es uno. Y si además tienes 18 años...

¿Y cuáles son las políticas del Consell para los hijos de inmigrantes que han nacido aquí pero se sienten extranjeros?

Lo más importante es el proceso de socialización inicial y el objetivo es descentralizar la pobreza. Estamos haciendo un plan de inclusión, que lo que persigue es que todo el mundo decida hacia dónde vamos a ir. En sanidad, educación, vivienda, servicios sociales.. decidir qué es lo que podemos hacer para luchar contra la pobreza hereditaria. Normalmente un gitano tiene pobreza hereditaria, pero un inmigrante no porque tiene otro tipo de factores. Pero si tú a los inmigrantes los juntas... se convertirá en pobreza hereditaria. ¿Qué hacemos nosotros para que esto no pase? De entrada la descentralización escolar, y además hacer que cada municipio fortalezca las oficinas de personas migrantes. No con el objetivo que hasta ahora tenían (dame el DNI, te tramito esta ayuda, necesito un recibo del agua...) sino con el objetivo de hacer de puente, de ampliar sus funciones.

Entiendo que el Consell va a darle un vuelco a las oficinas de personas migrantes. ¿En qué van a consistir los cambios?

Uno de los objetivos es la flexibilidad. En lugar de tener una función de represalia y de control poblacional, ahora tendrán una función de cohesión, de convivencia... de crear puentes. Son oficinas que estaban muy mal pagadas, cada una tenía que presentarse a una subvención... pero ahora, nuestro papel político es liderar qué queremos que hagan. Uno de los objetivos del Consell es que dejen de tener un papel

exclusivamente administrativo para tratar la cohesión y la convivencia, y además lo vamos a decidir nosotros. ¿Cuándo comenzamos a liderar? Cuando decimos que tenemos todo este dinero, no os tenéis que presentar a convocatoria y vamos a daros tanto dinero para equis proyecto, y lo más importante es la convivencia y la cohesión. Justo para evitar datos segregados que ya conocemos.

¿Habrá refuerzo de personal?

Sí, se va a reforzar con personal. Habrá una persona en ciudades de más de 25.000 habitantes, que estadísticamente tengan un nivel de inmigración determinado y una serie de problemáticas.

Hablamos de educación y de su importancia... de la base para conseguir la integración... pero un director prohíbe a una alumna musulmana ir al instituto con el velo... Y hablamos de la dirección de un centro

Este tema es tremendo... Una barbaridad. Se coge una normativa de hace 10 años fuera de contexto y se sigue aplicando aunque los directores sepan el mal que están haciendo.

Ya pero ¿el Consell tiene entre sus objetivos formar a las personas que trabajan con inmigrantes... funcionarios, policías, maestros, médicos, directores de centros...?

Sí. Lo que nos pasa es que tenemos que trabajar de forma transversal. Durante mucho años se hablaba de que en las escuelas, por ejemplo, tenía que haber un mediador chino, pero ¿y un mediador gitano? ¿Y uno rumano? ¿Y uno sudamericano? ¿Y un árabe? ¿y un...? Eso no es viable. ¿Qué tenemos que hacer? Pues que la escuela se adapte a la sociedad. Que el maestro se adapte a la sociedad. Que haya aulas de primeras acogidas, que haya refuerzo municipal... No podemos tener un mediador para cada una de las culturas. Es la escuela la que en realidad debe cambiar. Normas antiguas que somos conscientes de que vulneran los derechos humanos no podemos mantenerlas. También pasa en el centro de salud. Por eso necesitamos profesionales que hagan de puente. La exclusión social y la convivencia se trabajan desde la comunicación, pero hay que entender que también son muy analfabetos comunicativos. Se les enseñan a que ´calladito están mejor´ y a que deben asumirlo todo. Si queremos cambiar el sistema y conseguir una integración real, también tenemos que dejar a un lado el voluntariado de carné. Necesitamos un voluntariado real donde ellos participen. Yo estoy en Cáritas, en Accem, en Cruz Roja... porque quiero trabajar allí después. Eso no es. ´Yo quiero hacer esto´ porque sé que hay determinado problema en mi comunidad. Esa es la manera.

Pero... ¿hay cosas concretas?

Nosotros tenemos un convenio con la Universitat de València que es un máster de mediación intercultural adrede para la Administración porque si quiero buenos profesionales tengo que facilitarles la formación. El gobierno trabaja en una nueva ley de mediación que va a liderar Justicia. Si vamos a poner mediadores en las escuelas, tendrán que tener formación y una buena ley. Tenemos becas de mediadores para que las entidades acojan a estos becarios e intentamos que estos becarios vayan luego a los municipios. No se trata de ´yo por ser gitano sé mediar con los gitanos´ o ´yo, como soy mujer maltratada sé trabajar con mujeres maltratadas´. De eso nada. Para trabajar bien la comunicación tienes que ser una buena comunicadora y tener ciertas habilidades personales y profesionales. Y eso se hace estudiando.

Cuando accedió al Gobierno... ¿cómo se encontró el área de inmigración?

Ufff... muy mal. Una de las cosas que estamos haciendo es un estudio de cuánta gente somos y hacia dónde debemos de ir. Se encarga el instituto de Derechos Humanos de la Universitat, con Javier de Lucas, y estamos esperando las conclusiones. Mientras tanto hemos reorganizado un sector donde había oficinas Amics subvencionadas pero sin inmigrantes y todo lo contrario, oficinas Amics con mucha población inmigrante y con escasa o nula subvención... Así funcionaban las cosas con Blasco (Rafael). Pero para reorganizar el sector necesitas tiempo. Entramos en julio con unos presupuestos que no son nuestros, ni son nuestras normas. A nivel municipal, las oficinas Amics sabrán en diciembre el dinero que tienen „que serán 25.000 euros por técnico porque queremos pagar bien (y no 12.000, 15.000 euros...)„ y verán ampliado el personal, que será el doble para ciudades grandes como Alicante, Valencia, Castelló, Torrevieja...

¿Y con los refugiados?

Hasta ahora lo que se está haciendo es preparar la acogida porque vienen todos los días. Nosotros fuimos la comunidad autónoma que más casas de particulares incluyó en un listado que nos pidieron desde Madrid. Pero una vez enviadas, Madrid no las trasladó a las entidades. Así que repartimos a las entidades por provincias „Valencia para CEAR, Castelló para Accem y Alicante para Cruz Roja„ y pusimos a su disposición esos mismos pisos, que ahora ya están ocupados por familias refugiadas. Solo pusimos como condición que en los pueblos más pequeños solo acogieran una familia. Lo que yo no le puedo pedir a ´Beninoseque´ es que me trabaje bien con dos familias refugiadas si no tiene un especialista, si no hay un mediador en la escuela, si el centro de salud ni tan siquiera sabe la situación de la familia... Muchas veces Madrid dice ´este para CEAR´ y punto. Y eso no es así. La solución siempre pasa por reforzar la estructura municipal y hacer de puente.

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