Juan Antonio Martínez tiene 70 años (71 el próximo mes de enero) y, según cuenta, una operación de corazón para la que le abrieron desde el pecho hasta los pies tras sufrir un accidente de camión. Sin embargo, ni eso fue suficiente para evitar que se pusiera en medio de una agresión por parte de un hombre a una chica en plena calle. Gracias a su acción evitó que el acto de violencia machista tuviera peores consecuencias.

Todo ocurrió la madrugada del sábado al domingo. Martínez, que vive en la calle, dice que serían «alrededor de las cuatro», aunque otras fuentes apuntan a las 7 de la mañana. Presuntamente, el hombre estaba agrediendo a la chica junto a un solar ubicado al lado del hospital Doctor Peset, en la avenida de Tres Cruces del barrio de Patraix. «Yo vi como un 'hombretón', porque era muy grande y parecía fuerte, zarandeaba a una chica delgada».

Al comprobar la escena, el indigente decidió que tenía que actuar de alguna manera para defender a la joven y evitar que el hombre le siguiera agrediendo. Así que agarró una pequeña barra de hierro con la intención de defenderse si el agresor se revolvía contra él cuando intercediera.

«En ese momento vi que la chica cogía una botella de cristal del suelo. Estaba llena, era algo de alcohol, pero aún no había sido abierta», explica. Su intención, prosigue, «era la de romperle la cabeza al chico que le estaba pegando».

Antes de que eso ocurriera, Juan Antonio prefirió meterse en medio. La consecuencia, explica, fue que recibió dos golpes por parte del chico, uno en la cabeza, que le provocó un corte del que sangraba, y otro en el cuello sin consecuencias. «Pero he de decir que él también recibió lo suyo por mi parte. Le arreé bien con la barra», apuntaba ayer en un banco ubicado muy cerca del lugar donde se produjeron los hechos.

Mientras esto ocurría, otras dos chicas, que también presenciaron la escena, avisaron tanto a la Policía Local como a la Nacional, que no tardaron en acudir.

Cuando llegaron los agentes, Juan Antonio comprobó que la chica «sangraba». «Se ve que le dio bien porque creo que le salía de la nariz», señala. El presunto agresor, por su parte, amenazó al hombre. «Aunque me condenen a muerte, voy a venir a por ti, te voy a matar». Fueron las palabras que según Martínez le dedicó el joven mientras era identificado por la policía.

Pese a todo, el indigente se muestra desafiante y dice que «no tengo miedo. Si quiere venir, que venga, yo estoy preparado para lo que sea». Explica que actuó así porque «un hombre no puede hacer eso a una mujer, no le tiene que pegar», señaló.

No presentó denuncia

Finalmente, el joven, de 31 años, fue detenido por la Policía Local de Patraix. «Lo que más me sorprendió es lo tranquilo que se mostró cuando entró en el coche patrulla. Normalmente un detenido intenta escaparse pero él parecía que estaba como Pedro por su casa», señalaba Martínez.

La chica, de 25 años, no quiso denunciar pese a que los agentes de la policía se lo ofrecieron. De hecho, según ha podido saber este periódico, declaró incluso que no había sido agredida, algo que fue desmentido por otros testigos, que explicaron que la había tirado al suelo.

Juan Antonio, por su parte, fue trasladado al mismo hospital Doctor Peset, donde fue explorado por los médicos para comprobar que no sufriera ninguna herida de gravedad, como así fue.

El hombre explica que fue testigo de la escena porque se encontraba despierto a esas horas «trabajando». Dice que se dedica a retirar los restos de basura que deja en el mismo descampado ubicado junto al centro sanitario un nutrido grupo de jóvenes que practica deporte en esa zona.

Juan Antonio Martínez es valenciano, natural de Picanya concretamente. Según contaba ayer a Levante-EMV fue camionero internacional durante varias décadas. «Mi vida daría para escribir un libro», bromeaba. Incluso dijo que hubo un tiempo que llegó a tener mucho dinero pero que «me he quedado sin nada». Pese a todo asegura que es «muy feliz».