En mayo de 2015, Esquerra Unida del País Valencià (EUPV) recibió un primer golpe duro. Las urnas dejaron fuera de las instituciones valencianas a representantes de la federación por primera vez en 25 años. Más tarde, en diciembre, también se quedarían fuera del Congreso de los Diputados. La ejecutiva dimitió, se constituyó una gestora y la formación tuvo que despedir a trabajadores porque no podían pagarles: la situación económica se complicó sin las subvenciones al partido por representación institucional y las aportaciones de los parlamentarios.

No es de extrañar, por tanto, que ahora que EUPV vuelve a contar con un diputado en la Cámara Baja (Ricardo Sixto), desde la calle Borrull de Valencia echen cuentas y vuelvan las esperanzas de recobrar cierta tranquilidad financiera. Habitualmente, cada representante dona una parte de su sueldo al partido.

En esta ocasión, sin embargo, no es tan sencillo, porque si complicada es la situación económica de EUPV, igual o más es la de Izquierda Unida, que reclama parte de la nómina de Sixto.

Fuentes consultadas explicaron que hay un plan de viabilidad de la federación estatal que hay que cumplir, y eso incluiría la donación de Sixto.

Aunque el diputado valenciano concurrió a las elecciones en una misma lista con Compromís y Podemos (A la Valenciana), cuando la presidencia del Congreso rechazó la creación de un grupo propio para estos nueve diputados, Sixto y los parlamentarios de Podemos se unieron a la bancada de Pablo Iglesias y Alberto Garzón y rechazaron ir al Mixto, como hizo Compromís. De ahí que IU pida también parte del sueldo del valenciano.

Una cuarta parte del sueldo

Mientras se resuelve el debate, se hace lo que acordó el Consell Nacional, que es destinar la donación de Sixto a la federación valenciana, según explicó el propio diputado a Levante-EMV. En la anterior legislatura no frustrada, esto es, en la de antes de diciembre de 2015, Sixto ganaba unos 4.600 euros al mes. Habitualmente se da una cuarta parte al partido. En su caso, donaba a IU Federal 445 € al mes, y 909 € a la federación de EUPV. Tenía unos gastos de alojamiento y manutención de unos 900 euros, con lo que a final de mes contaba con 2.300 euros. IU ingresaba al año en esa legislatura (con dos diputados menos que ahora) unos 95.900 euros.