La supresión del servicio de Árboles Monumentales y la creación de un nuevo puesto de alta dirección ha caldeado el ambiente estos últimos días en la Diputación de Valencia. En concreto, en el equipo de gobierno, formado por PSPV, Compromís, EUPV y València en Comú.

Una de las fuentes de fricción entre los socios ha sido la eliminación del departamento de Árboles Monumentales de Divalterra, la antigua Imelsa. Con la llegada del nuevo gobierno a la corporación provincial, se decidió hacer limpieza en esta firma, epicentro de la corrupción valenciana durante años, donde se germinó el caso Taula. Al exgerente Marcos Benavent (el exyonki del dinero) le sustituyó Agustina Brines, asignada por Compromís, y Víctor Sahuquillo, por el PSPV. Como publicó El Mundo, la primera ha decidido clausurar este departamento, que llevaba abierto 23 años.

Parece ser que la determinación de Brines pilló desprevenido al resto de partidos que comparten gobierno. La diputada de Esquerra Unida, Rosa Pérez, ha solicitado respuesta por escrito de las razones que han llevado a la representante de Compromís al cierre del servicio, pidiendo además una copia del expediente y de todas las quejas que puedan llegar tras el cierre. Desde el PSPV explican que «es el área de Compromís y que respetan sus decisiones».

Un respeto que, dicen, exigen ellos también por parte de sus socios. Sucede que Compromís ha recriminado la creación de nuevos puestos de alta dirección. Se refieren, en concreto, al de director de Sona la Dipu, un cargo que ha salido a concurso recientemente en el área de Juventud, que depende de la socialista Isabel García, y que está remunerado con 45.000 euros brutos anuales. La formación valencianista explicó que «el tema colea desde hace tiempo» y que ya paralizaron un decreto con nuevas contrataciones. A su entender, el PSPV no está respetando el pacto de gobierno en cuanto a reducir el número de asesores y de personal de libre designación.

El grupo socialista, al que pertenece Jorge Rodríguez, presidente de la diputación, explica que se trata de puestos que salen a concurso público y que «por lealtad» ellos no criticaron cuando Compromís y EUPV lanzaron sendas plazas similares para dirigir los departamentos de Teatro, Turismo y el Institut Alfons el Magnànim.

«La cosa no va de asesores, sino de altos directivos que son necesarios y que se están tramitando de manera legal. Nosotros no nos dedicamos a fiscalizar la tarea de los socios de gobierno y no pueden criticar algo que ellos también han hecho», explicaron fuentes del PSPV.

Con todo, fuentes de Compromís señalan que no se trata de ninguna crisis de gobierno, sino de aspectos «subsanables» del día a día que requieren «de más diálogo», el cual «debido a la carga de trabajo diario» todavía no se ha producido.