Durante mucho tiempo pasaron desapercibidos. Numerosas personas pasaban cerca de estas construcciones a diario sin saber que entre los naranjos, en el caso de Nules, y entre la vegetación y las rocas, en el caso de la Vilavella, se escondían los testigos silenciosos del episodio más triste de la historia reciente de España, que fue especialmente cruento en estos dos municipios que soportaron el Frente de Levante. De hecho,Nules es considerada el Guernica del Mediterráneo por la devastación que sufrió tras los bombardeos a los que fue sometida.

En la ruta de esta semana proponemos un viaje a un pasado que nadie quiere repetir, pero que por ello es necesario recordar. En este empeño están trabajando tanto en Nules como en la Vilavella, para preservar y dar a conocer el patrimonio histórico que dejó la huella de la Guerra Civil en su territorio.

Proponemos comenzar la visita en Nules, en la ruta de los búnkeres compuesta por cuatro construcciones que sorprenden por su buen estado de conservación, sobre todo, teniendo en cuenta las décadas en las que permanecieron abandonados en propiedades privadas, hasta que en 2014 el ayuntamiento se propuso recuperarlos y ponerlos en valor como recursos históricos, patrimoniales y turísticos que son.

Los cuatro búnkeres están situados en los alrededores del camí Cabeçol, que conecta Nules con su playa. Se pueden organizar visitas guiadas, para lo que solo es necesario contactar con la oficina de Turismo (964670001), aunque también se pueden conocer por libre, dado que existen paneles explicativos que ayudan a realizar el recorrido.

La mejor referencia para acceder a esta ruta es detenerse en el búnker número 1, que pasa por ser el más deteriorado del conjunto y que se encuentra a la derecha antes de subir el puente sobre la autopista. A partir de ahí se puede completar la visita a pie. Resulta interesante tener la oportunidad de acceder al interior de cada uno de ellos para conocer los detalles de estas estructuras militares.

La siguiente parada está en la Vilavella, del llano a la montaña para conocer las trincheras que como cicatrices se dibujaron en el monte. Sobre estas instalaciones militares el ayuntamiento está realizando trabajos de recuperación, que acabarán a finales de octubre y que permitirán a los visitantes hacerse una idea de la vida que llevaron los soldados durante el tiempo en que permanecieron en el frente. Este proyecto, denominado «Camins de la memòria», también permitirá hacer visitas guiadas.