La Asamblea Diocesana de Valencia aprobó ayer el nuevo Proyecto de Pastoral Evangelizadora en una reunión celebrada en la Catedral y presidida por el cardenal Antonio Cañizares. La nueva pastoral para los próximos años incluye 233 acciones para parroquias, arciprestazgos, sacerdotes y fieles laicos. Entre esas acciones se llevará a cabo un estudio sociológico sobre las misas dominicales para que la «celebración del Día del Señor sea más viva y participativa».

El primer plan de «gobierno» bajo el mandato del arzobispo Antonio Cañizares pretende que la de Valencia sea una «Iglesia samaritana» donde «se sienta el servicio de la acción de la Caridad como la propia acción de la Iglesia», según explican fuentes del Arzobispado.

«Los pobres nos evangelizan y nos cuestionan y las pobrezas nos han de interpelar a vivir desde la humildad, sencillez y austeridad», indica el texto aprobado ayer por representantes de todas las parroquias de la diócesis que entrará en vigor el próximo mes de noviembre, una vez sea ratificado por el Cardenal.

«Esta es la hora de trabajar en una "nueva imaginación de la caridad", para que nuestra acción evangelizadora resulte más creíble para nuestros contemporáneos», destaca el nuevo plan auspiciado por Cañizares, aunque también precisa que «esto no nos debe hacer olvidar ámbitos más cotidianos en los que la Iglesia de Valencia ha ejercido su servicio a los demás».

Las nuevas propuestas instan a potenciar activamente «las implicaciones del ejercicio de la Caridad como servicio y ayuda» hacia los más necesitados, así como el «acompañamiento, individual y comunitario, a la persona en todas sus dimensiones».

El cardenal Cañizares espera que el nuevo proyecto «sea promulgado y puesto en práctica» y que sea renovado «con una acción pastoral misionera, emprendedora, sólida y audaz en nuestra sociedad», ya que «es la hora del renacimiento moral y espiritual y de comunicarlo, un servicio inaplazable». Durante el acto, el purpurado instó a «edificar una diócesis muy cercana, acogedora, próxima a todos, una diócesis misionera». Y destacó la importancia de la cultura: «Una fe que no se hace cultura es una fe no suficientemente pensada ni vivida».