La seta nace en octubre, pero es hija de agosto. Por eso el refrán reza: «lluvias fuertes en agosto, setas en octubre». El verano fue seco. En agosto llovió de forma débil y esporádica así que, este año, la campaña de níscalos se hará de rogar. Sin embargo, aún hay tiempo para recuperar la cosecha. Los aficionados deben cruzar los dedos y desear que llueva durante estos días, de forma continuada y sin gota fría. Para conseguir la cuadratura del círculo, las temperaturas no deben descender y se tiene que mantener entre los 9 y los 12 grados. Humedad sin frío. Esa es la fórmula mágica. La suerte para conseguir una buena cosecha está echada.

Desde la Sociedad Micológica Valenciana aseguran que la campaña de recogida de setas se retrasa este año. De hecho ya se ha demorado. Ahora, a mediados de octubre los montes deberían amanecer con familias y amigos dispuestos a pasar un agradable día de campo recogiendo rebollones. Aún así, el monte recibe visitas diarias. Entre semana y los fines de semana. Otra cosa es que encuentren lo que buscan. «Es lo que ha traído esta crisis económica, que mucha gente tiene tiempo libre así que es frecuente ver familias, amigos y jubilados en el monte buscando setas. Es la época pero en agosto no llovió casi nada y se nota», afirma el presidente de la Sociedad Micológica Valenciana, Roberto Bermell.

Como las lluvias de agosto fueron intermitentes, la cosecha en tierras valencianas también lo es. «Por la pluviometría y por el hábitat lo más recomendable es recolectar por la costa de Castelló, que es una zona más proclive. La campaña podría ser buena si siguen las lluvias y no llega el frío, pero el monte tiene mucha sed. En 10 o 15 días veremos el resultado de estas últimas lluvias», añade Bermell.

Puede que el aficionado no encuentre setas comerciales ahora, pero los expertos sí lo harán. Seguro. De hecho, lo hacen durante todo el año. Pero no es sencillo. Es más, desde la Sociedad Micológica Valenciana tienen en marcha un taller de identificación de setas ­-que se celebrará el día 18 de octubre en la bioficina del Ayuntamiento de Valencia- y unas jornadas lúdicas que se celebrarán del 10 al 13 de noviembre en el centro Naturia, en el antiguo cauce del río Turia.