Un mes y medio sin poder apoyar el pie. Otras seis semanas con una muleta y varias de rehabilitación. Ése es el panorama que tiene ahora por delante Óscar, el teniente de la Guardia Civil valenciano de 24 años que fue agredido por medio centenar de personas, junto a un compañero y las novias de ambos, mientras estaban de madrugada en un local de Alsasua.

El joven acabó con un tobillo roto, además de otras contusiones, y ayer ya recibió el alta del hospital de Pamplona donde tuvo que ser operado de urgencia el sábado, como adelantó Levante-EMV. Como explicaba su padre a este diario: «Estará cerca de medio año sin poder trabajar por la violencia sin sentido de unos abertzales, por algo indignante y anacrónico».

Sus más allegados confesaban respirar aliviados cuando desde el hospital les confirmaron que, a base de ejercicios y esfuerzo, Óscar podrá recuperar la movilidad del pie al 100%. No obstante, admiten que «a veces te hierve la sangre». «Casi les matan, pero él volverá a Alsasua de guardia civil», resumía su padre, agente de la Benemérita. «Si la Policía Foral y un compañero nuestro de paisano hubieran tardado un poco más en ir a auxiliarles, podría haber ocurrido de todo. Les pegaban patadas, puñetazos, golpes, rodillazos... Tanto a ellos como a sus novias. A dos aún les intentaron agredir cuando llegó la policía foral. Y lo mismo hicieron a los agentes. Incluso no dejaban irse a la ambulancia», añadía.

Mientras el joven sigue su recuperación, su familia admitía cierta desazón al saber que los dos detenidos fueron puestos en libertad. Además, atribuía a «las típicas diferencias de matiz de los políticos» que hubiera habido división en el Parlamento Navarro al condenar lo ocurrido, mientras EH Bildu se abstenía en los dos casos. No obstante, ponía el acento en «las numerosas muestras de solidaridad recibidas a nivel institucional y de personas de Alsasua que hasta nos han ofrecido casa».