«En el ambiente se respira abstención». Un veterano socialista valenciano resumía ayer así la impresión dominante en los órganos de poder del partido al inicio de la semana crucial, la que ha de acabar con un sí o un no a unas terceras elecciones. O lo que es lo mismo, un sí o un no a la continuidad de Mariano Rajoy y el PP en la Moncloa.

Esa es la sensación sobre los desplazamientos en la corriente de opinión interna. En la superficie hay mutismo. No hay convocatoria, ni se espera, de ningún órgano de dirección del PSPV de cara a fijar una postura ante el comité federal que, previsiblemente, tendrá lugar el próximo domingo.

El secretario general y presidente de la Generalitat, Ximo Puig, mantiene asimismo al regreso de la misión a Cuba su periodo de reflexión sobre la mejor decisión.

La ejecutiva de la ciudad de Valencia ha aplazado la reunión que tenía hoy, de modo que tampoco se pronunciará antes del domingo.

La abstención es posible que ni figure en el planteamiento en forma de pregunta que la comisión gestora del PSOE eleve al comité federal. Dirigentes del partido dan por hecho que se pedirá postura sobre terceras elecciones, sí o no. Si sale el rechazo, entonces se pondrá encima de la mesa si apoyar al PP o abstenerse (lo segundo, si todo va con lógica).

Las cuentas que hacen en Madrid pasan por una repetición (ampliada) de los bloques que se vieron en el comité federal de la caída de Pedro Sánchez. Si el rechazo a un congreso exprés se impuso entonces por 25 votos, ahora se considera que el no a las nuevas elecciones saldrá con los mismos apoyos, con la diferencia de que en el lado contrario habrá una quincena de votos menos, ya que los miembros de la ejecutiva de Sánchez no forman parte ya del comité federal, salvo los líderes autonómicos.

En esa situación se encuentra la consellera de Sanitat, Carmen Montón, que ayer se refirió a sí misma como militante rasa. Por contra, el representante valenciano en la gestora, José Muñoz, podrá estar en el comité federal, pero no votar.

Los valencianos volverán a ser 22 (uno sin voto) y se prevé, como en el citado comité, una división casi por la mitad. Razón de más para que el PSPV no mueva ficha.

No obstante, si la corriente de opinión a favor de la abstención es mayoritariamente silenciosa, los partidarios del no a Rajoy se expresan con menos complejos. Las agrupaciones locales, comarcales o provinciales que han aprobado resoluciones han sido, salvo alguna rara excepción, para defender el no al PP. Alaquàs, Benetússer, Canals y Moncada han sido las últimas. El silencio del resto está abierto a interpretaciones.

En esta línea, Montón, que apoyó a Sánchez hasta el final, afirmó ayer sobre su posición ante una posible nueva investidura de Rajoy que ella «no suele cambiar» de opinión y ya dijo «con total claridad» lo que pensaba.

Asimismo, el alcalde de Alicante, Gabriel Echávarri, reiteró ayer que no defiende la abstención. «Ningún socialista votó en las elecciones de diciembre y junio para que sus votos sirvieran para dar el Gobierno al PP», señaló.