Un grupo de trabajadores del hospital La Fe de Valencia han hecho posible, de forma voluntaria, el sueño de muchos de los niños que tienen que pasar allí largas temporadas: tener un momento para jugar con un perro. Gracias a este proyecto, «Can de la Mano», varios trabajadores de La Fe y sus familiares están «compartiendo» sus mascotas con niños de la unidad de Oncología Pediátrica facilitando encuentros en los que los pequeños pueden olvidarse por un rato del entorno en el que están y jugar con los canes tras «adoptarlos» virtualmente.

Hasta ahora se ha desarrollado la fase piloto del proyecto. Siete perros han seguido un programa de adiestramiento especial durante seis meses y exhaustivos controles veterinarios (también gracias al empeño de voluntarios) hasta ser reconocidos como perros de asistencia. Una vez conseguido, se han realizado ya una veintena de encuentros dentro del hospital con nueve niños de entre 4 y 13 años, aunque la intención es «exportar» el programa a otras unidades como Psiquiatría infantil o lesionados medulares. Los beneficios son inmediatos tanto para los niños, como para sus padres. «Verlos reír cuando están con los perros vale todo el dinero del mundo», aseguró ayer Elisa Tomás, madre de Júlia, de cuatro años que ha «adoptado» a la perra Alma.