Varios peritos de la acusación declararon ayer en el Juzgado de lo Penal número 6 de Valencia que el expresidente de Bancaja y de la Generalitat José Luis Olivas no realizó los trabajos de asesoramiento al empresario Vicente Cotino, para la venta de acciones de una empresa eólica y por las que Olivas cobró 580.000 euros a través de la empresa Imarol SL, que compartía con su mujer. También comparecieron varios directivos de Iberdrola, donde Olivas era consejero, y a quien intentó vender inicialmente las acciones. Los responsables de la empresa eléctrica confirmaron el interés que tenían por entrar en el negocio eólico valenciano, aunque aseguraron desconocer la mediación de Olivas en las negociaciones, que no fructificaron, ya que las acciones de Proyectos Eólicos Valencianos SA (Pevsa) fueron adquiridos por Endesa, que era la accionista mayoritaria.

Los peritos de Hacienda insistieron, por su parte, en la falsedad de los trabajos y de la factura emitida por lo que hubo un perjuicio económico para Hacienda de 150.000 €. «Olivas no realizó las gestiones por las que cobró. La gestión de verdad la hacen otras personas. A Olivas solo le informaban por ser presidente de Bancaja», dijo un perito. En las comprobaciones que hicieron en Hacienda para contrastar la veracidad de la supuesta mediación del expresidente del Consell, se percataron de que «en ningún momento» aparecían Olivas, su mujer o Imarol en las negociaciones sobre la venta de Pevsa -participada por Endesa (55%), Sedesa (25%) y Bancaja (20%)-.

Según el perito, el informe remitido por Imarol SL a Hacienda, con la fecha falsificada tal como admitió la mujer de Olivas, fue «un intento desesperado de justificar un servicio, pero no justifica nada». Desde Hacienda se requirió a Vicente Cotino justificantes de los trabajos de mediación o que acudiera a explicarlos pero «jamás» se personó. Sólo remitió una factura y, a través de su asesor fiscal alegó que, como eran servicios verbales, no se podía aportar ninguna otra documentación. Olivas sí que envió unos «correos y un informe que no justificaban nada», cuando en un gasto de 580.000 € (la cifra que cobró Olivas) «siempre» hay documentación que justifique el trabajo.

También declaró como testigo el exdirector general de Bancaja, Aurelio Izquierdo, también imputado junto a Olivas en varias causas en la Audiencia Nacional y protagonista de sonrojantes conversaciones en el Caso Brugal. Izquierdo declaró desconocer el contrato verbal de Olivas con Cotino y la existencia de Imarol pero admitió su intervención y mantuvo que «sin Olivas, se hubiese podido hacer [la venta de las acciones] pero en condiciones diferentes».