El exyonki del dinero Marcos Benavent confirmó en su declaración ante el juez y el Fiscal Anticorrupción del Caso Taula el cobro de mordidas a cambio de la adjudicación de contratos en la XVII Mostra de Valencia de 2006. Benavent también identificó a los empresarios que le pagaban las mordidas en sobres que recibía en cualquier sitio. De forma tan habitual y anodina, a pesar de la gravedad de los hechos que protagonizaban, que Benavent no puede dar detalles de cómo, cuándo y dónde. «Pintar el cuadro» y rellenarlo de detalles, como llega a requerirle el magistrado del caso Taula, Víctor Gómez, según el vídeo de la declaración de Benavent, al que ha tenido acceso Levante-EMV.

El exyonki del dinero sí que recuerda quiénes eran los pagadores de mordidas. En los contratos de la Mostra «Rafael García Barat, Enrique Aleixandre Chumillas y Belén García Casas» llega a citar expresamente a preguntas del juez de Instrucción 18. Y que se reunían en restaurantes o en su oficinas. Aunque Benavent parece carecer de ese tipo de memoria fotográfica o numérica que permite a algunas personas recordar detalles, fechas o hechos concretos. «No sé quién de los dos sacó el sobre. Uno de los dos. Yo tenía amistad con Enrique y podía ser en cualquier momento», asegura al ser interrogado sobre el detalle de una de las entregas de mordidas por parte de dos de los empresarios. «En aquel momento, con todas las cosas que llevaba de la Fundación [Jaume II el Just] y la Mostra es difícil visualizar el cómo, el dónde y el cuándo», admitió Benavent.

Aunque sí recordaba que sus tareas recaudadoras se realizaban después de haberse prestado «el servicio». «El dinero siempre se pedía después de que se hubieran celebrado los eventos como la Mostra», señaló Benavent durante el interrogatorio.

El «recaudador» del Caso Taula también confirmó que «esta misma operativa se repitió en años anteriores. Al menos desde la que Thematica Events organizó la apertura y clausura (en 2002)», como informó Levante-EMV en la edición del 14 de octubre.

Por último, a preguntas del Fiscal Anticorrupción, Marcos Benavent admitió que «las reuniones con Maria José Alcón y Pedro Aracil se producían en su despacho del Ayuntamiento [de Valencia]» a dónde acudía habitualmente. Y que en el caso de las adjudicaciones de otros contratos investigados, como los puentes históricos y la Lonja, «Alcón contaba con técnicos de confianza como Ignacio Bosch y Encarna Furió».