Como en las mejores películas de suspense, Ximo Puig mantiene hasta el final la incógnita sobre cuál va a ser su postura en el comité federal que se va a celebrar mañana el PSOE y en el que se va a decidir si se facilita un gobierno de Mariano Rajoy o el país va a terceras elecciones. Tras una rueda de contactos con diferentes representantes del PSPV durante los últimos días, el líder de los socialistas valencianos todavía no había desvelado al cierre de esta edición qué opción apoyará y se mantenía en su fase de «diálogo y reflexión».

Un tiempo de reflexionar que indefectiblemente se acaba hoy, puesto que mañana el asunto se dirimirá en el comité sin más dilación. Fuentes consultadas por este diario aseguraban anoche que el presidente de la Generalitat se mantenía en la indeterminación, aportando argumentos tanto a favor como en contra de la abstención y facilitación del gobierno al PP.

Esta misma semana, medio centenar de agrupaciones de la federación valenciana se manifestaban en contra de esta opción, al considerar que Rajoy es quien ha perpetuado los recortes en educación, sanidad y dependencia, y ha consolidado la infrafinanciación para la C. Valenciana. A ello se le añade que, ante unas terceras elecciones, todos los indicadores muestran una más que posible debacle del partido socialista.

Abstención técnica

Hace un par de semanas, el secretario general del PSPV optaba por una abstención técnica, una opción que busca una salida honrosa para su partido, ya que no implicaría que el PSOE en bloque abriera el paso a Rajoy. Puig pidió en aquella ocasión la colaboración de «otros partidos» para desbloquear la formación de gobierno en España y propuso, por primera vez desde que estalló la crisis socialista, que su partido participe en una «abstención técnica» a la que se sumen diputados de otras formaciones políticas. Es decir, que los once votos en blanco que necesita el líder del PP no provengan solo de la bancada socialista, sino también de otras.