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Entrevista

Vicent Cucarella: "El Consell perdió su autonomía el día que pidió el rescate del FLA"

El Síndic Major de Comptes asegura que "todos los años dejamos de ingresar entre 800 y 1.000 millones por la infrafinanciación. Desde 2002 son 15.300 millones; eso es deuda histórica"

El Síndic Major de Comptes posa en su despacho después de la entrevista con Levante-EMV. miguel ángel montesinos

Un río de turistas baja por la calle de Sant Vicent de Valencia. Ninguno repara en la discreta fachada de la sede de la Sindicatura de Comptes, quizá el organismo donde mejor pueden explicar la situación económica de la Comunitat Valenciana y muchos de los escándalos de la última década.

En su despacho de la primera planta recibe el Síndic Major, Vicent Cucarella (Alzira, 1967). No usa corbata. Lo hace por convicción. Tampoco tiene etiqueta política. Lo escogieron por su perfil técnico e independiente. Suele citar a Vicent Andrés Estellés y se muestra preocupado por la ecología y los recursos finitos del planeta. Es el nuevo perfil del responsable de fiscalizar el dinero de los valencianos.

¿Puede cambiarse la financiación o estamos condenados?

Técnicamente es posible pero es necesario voluntad política. Se ha avanzado en poner parches al sistema actual, en el que los valencianos somos los peor tratados. Falta equidad entre autonomías y administraciones porque no está nada claro que la Administración central se quede una parte mayor de los ingresos cuando las autonomías tienen ya más importancia en el mantenimiento del Estado del Bienestar porque de ellas depende la sanidad, educación o política social. Tal como se reparten los ingresos tenemos problemas para prestar servicios que no dependen del ciclo económico, porque da igual que la economía vaya bien o mal, hay que prestar sanidad y educación y cuando el ciclo va mal aún tienes que destinar más dinero a protección social.

El problema valenciano no existe. Quedó demostrado en el acto de Madrid. ¿No cree?

Creo que la Comunitat Valenciana ha avanzado en hacer piña y el Consell y la oposición tienen claro el diagnóstico. En otras épocas han sido otras autonomías las que han llevado la voz cantante y ahora los valencianos son los más insistentes. Hay cohesión interna, pero es necesario convencer a otras autonomías, aunque las que están ahora bien financiadas luego no lo van a estar y se negarán.

¿Poner a autonomías y Gobierno de acuerdo es imposible?

Estado somos todos, brazos de un mismo cuerpo. Debería priorizarse el gasto del Estado de Bienestar o hacer como con la Seguridad Social, que durante muchos años se tuvo la buena idea de guardar la hucha de las pensiones, un fondo de reserva. Al llegar la crisis se ha echado mano, pero no ha pasado lo mismo con la educación o la sanidad. No hubo esa previsión y se podía haber creado un fondo en la época buena, pero no se hizo.

El experto de Montoro aboga por acabar con el FLA. ¿Y usted?

Lo que hace el FLA es que la financiación que no llega por la vía del sistema llega como préstamo y como el Gobierno sabe que ese préstamo es por la mala financiación pues te hace gracias como el interés cero y esas cosas. Pero algún día comenzarán a cobrar interés. Se tiene que acabar, es evidente, pero con una mejor financiación que evite recurrir al FLA, porque no es lo mismo endeudarse por culpa de gastar mucho que por ingresar poco, que es lo que nos pasa a los valencianos, que tenemos tan pocos ingresos que estamos obligados a endeudarnos.

¿Cree que España tiene deuda histórica con la C. Valenciana?

Sí. Es la diferencia de ingresos por debajo de la media. Todos los años perdemos por esa vía entre 800 y 1.000 millones que en el acumulado desde 2002, que es cuando podemos comparar porque ya están todas las transferencias realizadas, sube a 15.300 millones. Debemos apechugar con el gasto mal gestionado o los excesos cometidos, pero por la parte que hemos recurrido al FLA, no.

¿Sin dinero es posible la autonomía para los valencianos?

En el momento en que recibes dinero del FLA [el rescate del Estado] y del Fondo de Proveedores ya has perdido toda la autonomía porque son ellos los que te dicen en qué tienes que gastar el dinero. Tú presentas las facturas y ellos las aceptan. Si recurres al FLA te comprometes a un programa de estabilidad y te condicionan qué partidas puedes aumentar o disponer.

¿Con un margen de actuación tan mínimo, el Consell está totalmente atado de manos?

Es muy difícil. La mayor parte del gasto está comprometido y mira que hemos sufrido recortes. El gasto per cápita en términos reales en sanidad y educación ha caído un 20% desde que comenzó la crisis. Es mucho dinero. Tú puedes parar un tiempo de construir carreteras, pero no puedes dejar de financiar la sanidad o abrir los colegios. La Generalitat en sanidad o educación dedica más o menos un gasto per cápita similar al resto de autonomías, pero como tiene una financiación un 18% por debajo de la media a nosotros no nos queda dinero para dependencia o políticas de empleo. Navarra y País Vasco, una vez han cubierto la Sanidad y la Educación mucho mejor que nosotros, tienen un dineral para realizar políticas de este tipo que aquí no podemos hacer.

La Sindicatura ha colaborado en 32 casos de posible corrupción, según dijo su antecesor. ¿Usted ya se ha estrenado?

Yo llevo poco tiempo [tomó posesión en julio]?pero creo que no se acaba de entender cómo funciona la Sindicatura y hasta dónde puede llegar. Nuestra función es fiscalizadora. Hacemos auditorías, vigilamos la legalidad y también estudiamos la eficiencia, como hicimos con las resonancias magnéticas y se demostró que era más barato que las hiciera la conselleria que una empresa privada. Cuando detectas alguna cuestión escribes un informe, pero no se puede hacer más. La función jurisdiccional ya depende del Tribunal de Cuentas y la Fiscalía, que pueden seguir hurgando. Pero en todos los casos de corrupción de los últimos años la Sindicatura advirtió que ahí había algo.

¿Y no echa de menos tener capacidad sancionadora?

La Sindicatura no tiene esa capacidad. Tenemos otro poder que es dar publicidad y eso es importante pero no podemos sancionar. Pero cuando se cuestionan los órganos de control y dicen ´con tanto que ha pasado aquí no han sacado nada´, pues yo digo que sí. Sí hemos sacado. La investigación de esta semana en Sagunt se hace a partir de indagaciones de la Sindicatura. El Tribunal de Cuentas ha pedido más información sobre cajas fijas de consellerias del PP y se basa en informes de la Sindicatura de 2013. Se puede avanzar en el aspecto sancionador y en que la ley de los órganos de control externo permita la sanción o el poder llegar a terceros. Si aquí detectamos un contrato extraño como mucho podemos decir que la contratación de este polideportivo pues puede tener algo, pero no puedes llegar a la empresa contratista y pedirle facturas para cotejar.

Ahora es el momento. Podemos ha presentado una ley para reformar la Sindicatura.

Podemos presentó una reforma y los grupos han ido aportando mejoras. La propia Sindicatura también aportó algunos aspectos porque la ley tiene 30 años.

¿La independencia del órgano que dirige está asegurada?

Hacemos el trabajo de forma muy independiente. La Sindicatura no recibe presiones de nadie. Sí podía ser interesante avanzar en las auditorías operativas, como la de las resonancias que he dicho antes. Pero con los recursos actuales fiscalizamos la Generalitat, universidades, cámaras de comercio, empresas, fundaciones y ayuntamientos. Son muchas cosas para 90 o 95 personas. También se puede avanzar en fiscalizar mayor número de ayuntamientos.

¿Por qué en 20 años no se ha fiscalizado el modelo Alzira?

Eso es un campo a abrir. Hay en marcha auditorías parecidas en el Hospital de Manises, pero es cierto que el de Alzira no se ha auditado nunca.

¿Qué mejoras podemos esperar con usted al frente de la Sindicatura de Comptes?

Heredo una sindicatura con mucho prestigio y eso es algo que muchas veces hay que destacar porque fuera de aquí estamos bien considerados pero es un defecto de los valencianos no apreciar lo de casa. Nuestro manual de fiscalización es un referente para otros sindicaturas y cámaras de cuentas. Nos ponen como ejemplo. Pero me gustaría ir incorporando avances en aspectos como estudiar la eficiencia y la eficacia del sector público. Esa es una inquietud mía porque no podemos crecer sin parar. Tenemos que empezar a hacer cada vez más con menos.

La Sindicatura de Comptes estará bien vista pero la reputación de los valencianos, no. ¿No le resulta contradictorio?

Se ha hecho el trabajo bien hecho y la prueba está en que la Sindicatura ha destapado muchos de los asuntos que después han acabado en los tribunales, pero la crítica muchas veces proviene de no saber hasta dónde podemos llegar, como ya he dicho. Todos los días me llegan cartas del Tribunal de Cuentas que me dicen, este asunto que me envió lo derivamos al juzgado o este se cierra. Pero la decisión de llegar a un tribunal es suya. Nosotros ahí no podemos llegar.

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