El director de la Reserva de Valdeserrillas explicó ayer que el paraje cuenta con un largo historial de episodios con muertes de ejemplares por agentes externos: «Todos los años nos matan animales y eso que intentamos extremar la vigilancia. Un muflón, una cabra, un ciervo... tenemos pendiente un juicio por la muerte de una búfala a manos de un vecino de Sinarcas que quería vender la carne, algo que es ilegal».

Una lucha «constante»

Carlos Álamo también argumentó que «la nuestra es una lucha constante para sacar el proyecto hacia adelante. Intentamos sobrevivir con lo que tenemos. Cuando el Ayuntamiento de Benagéber me llamó hace seis años lo dejé todo y vine».

Consultado sobre la situación financiera de la reserva, el director comentó que «sobrevivimos por las entradas y por las empresas que nos patrocinan, incluso con materiales. Es cierto que al principio estábamos bastante mal, pero cuando vinieron los bisontes ganamos visitantes. No ganamos dinero a espuertas. De hecho, en noviembre he de buscar trabajo fuera para poder tener recursos, cuando lo ideal sería que me dedicara todo el año a la gestión del paraje. Nos vendrían bien subvenciones, esa es la verdad».