El grupo parlamentario Podemos pasó ayer de las palabras a los hechos. No habrá ruptura con el PSPV ni menos del pacto del Botànic, pero ya hay una primera consecuencia a la decisión del presidente de la Generalitat y secretario general de los socialistas valencianos, Ximo Puig, de apoyar la abstención en la investidura de Mariano Rajoy como presidente.

El grupo que lidera Antonio Montiel quiere que Puig explique en las Corts las consecuencias que la decisión de su partido tendrá para los intereses de los valencianos y registró una pregunta sobre esta cuestión que el jefe del Consell responderá el jueves. También ayer Podemos elevó el listón de la crítica. Montiel reunió al consejo ciudadano y después acusó al presidente de poner en peligro el pacto, de convertirse en una amenaza para su estabilidad, de haber perdido el crédito que tenía y de deslealtad a los valencianos. «Ha perdido la confianza y le costará recuperarla; los bloques se han acabado y obraremos parlamentariamente en consecuencia», resumió Montiel. Fuentes de Podemos creen que Puig ha sido imprudente con un apoyo tan explícito a los partidarios de la abstención.

La dirección de Podemos también va a crear una comisión interna para velar por el funcionamiento del pacto del Botànic, a la que quiere sumar a los 130 concejales de sus candidaturas de unidad popular y pulsar la opinión de bases y colectivos.

«Ha acabado el tiempo de las palabras», remarcó el síndic de Podemos, que exigió un mayor compromiso en plazos y dinero. Podemos ya no se conforma con su papel de vigilante del pacto, sino que quiere ser más protagonista. La decisión de Puig ha creado malestar y los comentarios en redes sociales han subido de tono. El senador Ferran Martínez escribió ayer que la «contradicción» de Puig pone en peligro el Botànic; la diputada Ángela Ballester añadió que quien se abstiene a Rajoy ya no puede ser alternativa al PP de la corrupción y la infrafinanciación.

Compromís, más comedido

Mucho menos crítico con la posición de Puig se mostró Compromís, que el jueves preguntará por los presupuestos del Consell en un contexto de continuidad del Gobierno del PP. Su portavoz en las Corts, Fran Ferri, descartó consecuencias para el Botànic y calificó lo ocurrido de «mala noticia» para los intereses valencianos

Algo más críticos se han mostrado otros cargos de Compromís como el portavoz en el Congreso, Joan Baldoví, que en una red social lamentó que la Generalitat tendrá que confeccionar los presupuestos sin financiación justa, o la coordinadora del Bloc, Àgueda Micó, que reenvió un comentario en el que se aseguraba que Puig no defendía los intereses de los valencianos.

Mientras, el síndic de Ciudadanos, Alexis Marí, dijo que lo fundamental es que acaba el bloqueo y lamentó la inestabilidad del acuerdo del Botànic. Desde el PP se aplaude la decisión del PSOE, pero sin declaraciones, por ahora.