El cardenal arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares, cerró ayer el episodio de mes y medio largo de interinidad que ha vivido la Universidad Católica de Valencia (UCV) después de que el pasado 8 de septiembre destituyera al rector Ignacio Sánchez Cámara. Y lo ha hecho poniendo al timón de la universidad del arzobispado a una mujer, la doctora en Bioquímica Asun Gandía Balaguer.

La nueva rectora, la primera mujer que dirigirá la UCV en 13 años de historia, aumenta a 9 el reducido grupo de doctoras al frente de de las 80 universidades españolas. Además, junto a Rosa Visiedo, rectora de la Universidad Cardenal Herrera-CEU (CEU-UCH), será la segunda mujer con mando en plaza en el Sistema Universitario Valenciano (SUV), compuesto por ocho universidades, cinco públicas y tres privadas. Así pues, las dos universidades católicas de la Comunitat Valenciana serán las únicas dirigidas por mujeres.

Gandía Balaguer, natural de Catarroja, fue la única vicerrectora en el primer equipo rectoral de la UCV que designó el arzobispo Agustín García-Gasco en junio de 2004 con José Alfredo Peris Cancio como rector. Se estrenó como vicerrectora de Investigación y Calidad, cargo que mantuvo hasta 2008.

Durante estos cuatro años, según fuentes del arzobispado, «activó los procedimientos para la constitución de grupos de investigación competitivos». Esta profesora de Bioquímica y Fisiología Humana de la Facultad de Ciencias de la Actividad Física y el Deporte de la UCV, posteriormente, asumió la dirección del Instituto de Familia y Desarrollo Humano de la Católica así como la dirección del Máster en Investigación Universitaria.

Quienes han colaborado con la nueva rectora, cuya tesis doctoral giró sobre el pensamiento científico del nobel Severo Ochoa, destacan que es una «muy buena organizadora de grupos de trabajo».

Gandía Balaguer volvió al equipo rectoral de la UCV el pasado febrero como vicerrectora de Estudiantes y Acción Social, cuando Cañizares reemplazó en bloque a todos los vicerrectores de la Católica, culminando una renovación que había empezado en junio de 2015, cuando destituyó a Peris Cancio como rector. Lo relevó cuatro meses después de revelar Levante-EMV los elevados sueldos de la cúpula de la UCV. El primer rector de la Católica, que llevaba 11 meses en el cargo, cobraba 138.000 euros brutos al año.

Sánchez Cámara, segundo rector de la UCV y hombre de confianza de Cañizares, apenas estuvo 14 meses en el cargo. Su cese llegó cuatro meses después de que el cardenal hiciera público su malestar con el funcionamiento de la UCV en una carta abierta publicada en el semanario diocesano Paraula. En la misiva el purpurado de Utiel y Gran Canciller de la UCV llamaba a acabar con «las conspiraciones entre los miembros de la Universidad».