El gerente y director técnico de la reserva de bisontes de Valdeserrillas, en Benagéber (Valencia), Carlos Álamo, defendió ayer su inocencia y aseguró que los alimentaba bien y que no trató de encubrir su fallecimiento. Álamo está siendo investigado por la supuesta muerte por inanición de dos de estos animales, por lo que ayer declaró durante hora y media ante uno de los fiscales de Medio Ambiente especializado en asuntos de maltrato animal que ha abierto diligencias de investigación penal por estos hechos.

Las pesquisas contra el director de la reserva de bisontes de Valdeserrillas se iniciaron tras ser investigado por la Guardia Civil, tras el fallecimiento de dos ejemplares, que aparecieron decapitados.

Álamo llegó antes de las 9 de la mañana a la Ciutat de la Justicia y explicó de forma parca a los periodistas que puede justificar con facturas la compra de alimento para los bisontes, que no trató de encubrir los supuestos fallecimientos por inanición decapitando a los animales y que no conoce al autor o autores de estas mutilaciones.

Tras su declaración ante el fiscal, tanto Álamo como su abogado declinaron hacer declaraciones. Sobre la investigación, fuentes conocedoras de los hechos explicaron a Levante-EMV que aún se está pendiente de las analíticas sobre las bolas de goma rellenas con una sustancia aparentemente tóxica halladas junto a un comedero para reforzar la sospecha del envenenamiento de los bisontes. El abogado de Carlos Álamo pidió al finalizar la declaración que se deje trabajar a la Fiscalía y anunció que únicamente hará declaraciones «cuando se conozca la verdad».