Ecoembes, la asociación sin ánimo de lucro responsable en la actualidad de la recogida y gestión de envases ligeros considera inconstitucional el borrador de proyecto para la implantación del Sistema de Depósito Devolución y Retorno (SDDR) propuesto por la Generalitat Valenciana.

En una primera valoración del texto que en breve será entregado al Comité Asesor del Medio Ambiente de la Comunitat Valenciana, Ecoembes asegura que el proyecto de ley no se justifica en ninguna de las excepciones contempladas por la norma estatal y resulta en ese sentido constitucionalmente incompleto. En la misma línea, Ecoembes duda también de que se pueda legislar al margen de los municipios.

Según el borrador del Anteproyecto de Ley para la Prevención del Abandono de Residuos de Envases, que regula el Sistema de Deposito, Devolución y Retorno que quiere poner en marcha la Generalitat, todas las empresas que quieran vender en la Comunitat Valenciana estarán obligadas a acogerse al nuevo sistema.

Ecoembes reitera que existe una «ausencia absoluta de datos que justifiquen la puesta en marcha del nuevo sistema».

Respecto a las críticas a la memoria justificativa, elaborada para implantar el SDDR, dice Ecoembes que pese a aportar los datos de partida elaborados por esta asociación en colaboración con el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (Magrama), «establece un escenario de actuación erróneo por un mal punto de partida».

Así, recuerdan que existe coincidencia en que se está recuperando ya el 74,8 % de los envases, aunque es «falsa» la conclusión de que un 30% aproximadamente de estos envases no se reciclan y son abandonados en vertederos sin reutilización.

El nuevo sistema se justifica en la necesidad de reducir el «littering» o abandono de los envases. Sin embargo, Ecoembes asegura que se han omitido los datos de los países que se toman como modelo del sistema elegido y en los que la aportación del SDDR a la tasa de reciclado ha sido mínima.

Finalmente el SDDR deja fuera la recogida de los envases de lácteos superiores a 10 cl; refrescos de horchata y granizados, etc., así como vidrio de alta graduación, vinos, cavas, así como garrafas de más de 3 litros.

Afirma Ecoembes que el gestor no asume ninguna responsabilidad sobre el reciclaje y que en general toda la normativa llama «a la confusión» al hablar en lugar preponderante del principio de reutilización, «literalmente inexistente en todo el texto legal», según fuentes que tuvieron acceso al texto legal que debe sancionar en breve el Consejo Asesor de Medio Ambiente.