«La deriva de los últimos acontecimientos en el comité federal provocados en clave de asonada y con la única finalidad de perpetuar en el poder al partido más corrupto y antisocial de Europa han colmado el vaso de la paciencia». De esta forma inicia Josep Vicent Sanchis „que fue alcalde socialista de la Pobla de Farnals durante dos décadas (de 1987 a 2007), presidente de la Mancomunitat de l'Horta Nord y dirigente comarcal„ la carta con la que comunica y justifica a Ferraz su baja como militante del PSOE.

«Socialista, con casi cuarenta años de militancia y veinte representándolo como alcalde de mi pueblo, esta es la decisión más dolorosa en mi larga trayectoria política», afirma Sanchis. «Considero que este ya no es mi partido. El partido que favorece al indolente Rajoy y su corrupta formación no puede ser el mío», añade.

El exalcalde poblatano „que se retiró de la política en 2010 tras apoyar una moción de censura contra el entonces alcalde del PP y de que el PSOE nombrara una gestora para dirigir la agrupación local„ asegura en el texto en el que pide su baja que «investir, ya sea por acción u omisión, a un partido de derechas, intolerante y en el banquillo de la justicia por graves problemas de corrupción y financiación ilegal, era lo último que un militante o votante socialista podría esperar de ciertos dirigentes del PSOE».

Sanchis considera que tras la decisión de abstenerse en la investidura «se esconden intereses y privilegios que solo un reducto elitista de ambos partidos conoce (...) Probablemente otros intercambios interesados han motivado esta acción que lleva al suicidio político». Recuerda, además, que «casi 100.000 firmas» avalaron anteriormente el «no a Rajoy». «Pero se creen legitimados con una votación en el comité que contraría la voluntad militante», asevera.

«Por eso y más considero que este ya no es mi partido „concluye el exalcalde„. Sí lo es el que fundó Pablo Iglesias, el federalista, el de las trabajadoras y trabajadores, el de la libertad, igualdad y fraternidad. También el PSPV de los ochenta. Hoy, esas siglas ya no representan aquellos valores. Hoy sirven a otros señores cuya finalidad es su enriquecimiento a costa de empobrecer al resto de la ciudadanía».