Turismo está dispuesta a ordenar el galimatías de marcas turísticas locales, comarcales o provinciales que, en ocasiones, se ha convertido en objeto de críticas de los empresarios. No es extraño escuchar el lamento de que cuando la C. Valenciana se promociona con tantos mensajes, el efecto en las ferias internacionales es de «ruido».
Básicamente, el Consell pretende «organizar el tráfico de marcas de forma inteligente y modular», evitar que colisionen unas con otras y fomentar el destino local que más se ajuste al mercado emisor al que se pretende seducir. En palabras de Francesc Colomer, presidente de la Agencia Valenciana de Turismo: «No se trata de que la marca paraguas lo arrase todo; no es una cuestión de hegemonía, de subordinar a nadie, sino tener visión de negocio, actuar en función del mercado emisor», explica Francesc Colomer.
El presidente Puig y Colomer presentaron ayer en Gandia el borrador del anteproyecto de ley de turismo, ocio y hospitalidad llamado a renovar el anterior marco legal, de 1998. La norma crea «un nuevo relato de valores para el turismo», dice Colomer, pero también aspira a transformar «un sector de la economía» en «la economía turística».
La norma regula por ley la marca turística 'Comunitat Valenciana' y le da preeminencia sobre las marcas de entidades locales que, como las diputaciones, lleven a cabo sus propias estrategias. En este sentido, la futura ley toca la misma fibra sensible que ya provocó un conflicto de competencias hace medio año, cuando las diputaciones de Alicante y Castelló se rebelaron contra el decreto impulsado por la agencia para coordinar las políticas turísticas. Las diputaciones acudieron a los tribunales y hasta el Gobierno presentó un contencioso contra el Consell por invadir competencias provinciales. Habrá que ver cómo se digiere esta norma.
Un sistema integrado de marcas
Según el anteproyecto de la ley, la marca 'Comunitat Valenciana' es «una marca turística global que integra las demás marcas de la C. Valenciana, para la promoción interior y exterior». Y avisa: «La Generalitat podrá declarar obligatoria la inclusión de la marca Comunitat Valenciana y de sus logotipos y lemas, en las campañas de promoción turística impulsadas por las entidades locales». Esa obligatoriedad se extiende a las campañas de promoción impulsadas «por empresas y asociaciones turísticas que cuenten con fondos públicos».
Con todo, la novedad de la ley es que por primera vez se crea un «sistema integrado de marcas de destino». Se trata de un órgano todavía por reglamentar que dará poder a la Generalitat para «realizar una supervisión continuada de la estrategia de comunicación de la marca global, así como identificar las sub-marcas que se integrarán en dicha estrategia, que deberá tener una orientación definida a los clientes finales y al mercado turístico en general».
Se trata de no hacer ruido en la promoción exterior, pero también que bloquear la proliferación de sub-marcas locales vinculada a productos y destinos que generen confusión. Según la ley, el Consell «diseñará una estructura de marcas eficiente, que dé coherencia a la estrategia de comunicación y que garantice una política de márketing coordinada y cohesionada en el conjunto del territorio».