La obligatoriedad de contar con licencia de armas para disparar trabucos en las fiestas de Moros i Cristians ya ha encontrado detractores y defensores. La exigencia del permiso no ha sentado bien en Ontinyent, donde las fiestas arrastran a más de 3.000 festeros. La Societat de Festers del Santíssim Crist de l´Agonia, entidad organizadora de los festejos de la capital de la Vall d´Albaida, ha tildado la medida de «antipopular» y el presidente, José Rafael Sanchis, señaló ayer que esta imposición «perjudica la fiesta».

Los festeros, añade, ya soportan muchos gastos al cabo del año y ahora «se suma otro más», censura. Por contra, el presidente de la Federació de Moros i Cristians de Torrent, Daniel Català, considera que «es normal» que se regulara el uso de las armas en las fiestas.

Festers ya ha comenzado a movilizarse para buscar soluciones para que el impacto económico de la medida en los festeros se reduzca. La obligatoriedad de la licencia de armas de avancarga exige a los que participen en actos de disparo de pólvora un certificado de aptitudes psicofísicas -similar al exigido para el permiso de conducir- que puede rondar los 50 euros, además de rellenar un impreso y abonar una tasa de 11,23 euros. José Rafael Sanchis señalaba que además del permiso, los festeros tienen que comprar o alquilar el trabuco. «La gente va cansándose de tantos gastos y éste es un gasto añadido que perjudica a los Moros i Cristians». Por ello, Festers trata de buscar medidas para reducir el coste que supondrá para los festeros obtener la licencia. «Estamos buscando que alguno de los centros que emiten estos certificados nos pueda hacer un precio especial para los festeros de Ontinyent que quieran sacarse la licencia», señalaba ayer. La tramitación se realizaría de manera conjunta con festeros de diversas comparsas „24 hay en la ciudad„ para minimizar costes, apunta.

En Ontinyent, la Baixada del Crist y las Ambaixades son los actos con protagonismo del disparo de trabucos y arcabuces. Sanchis manifestaba ayer que «si la Baixada o las Ambaixades no tienen suficientes tiradores, quedan pobres, deslucidos. No nos podemos permitir que no haya festeros disparando», expresó.

Català: «Es necesario un control»

Por su parte, el presidente de la Federació de Moros i Cristians de Torrent, Daniel Català, considera que «era normal» que se regulara en este sentido el uso de los trabucs en los actos públicos porque «ya estaba en la normativa, lo que pasa es que disfrutábamos de una moratoria anual que se iba renovando, pero tenía que llegar el día en que se eliminara».

Català considera que «igual que las fallas o los tiradors de Cordà han tenido que pasar cursos y formarse para obtener un carnet, si en este caso estamos hablando de armas de fuego, es necesario que haya un control». El presidente de la entidad de l´Horta valora que, si bien el nuevo requisito frena la participación en el primer año en actos como la Trabucà, con el tiempo «seguro que se normalizará».