Más de 8.000 estudiantes, padres y docentes participaron ayer en las dos manifestaciones que bajo el lema «Revàlides franquistes NO!» recorrieron Valencia ayer en demanda de la derogación de la Ley Orgánica de Mejora de la Educación (Lomce) implantada en solitario por el PP. La marcha convocada al mediodía por el Sindicat d'Estudiants del País Valencià atrajo a más de 2.000 estudiantes de Bachillerato, FP y de segundo ciclo de ESO, pues ninguno de los sindicatos universitarios mayoritarios se sumo a ella. La protesta vespertina, lanzada por la Plataforma en Defensa de l'Ensenyament Públic reunió a unas 6.000 personas según fuentes de la organización.

Ambas marchas fueron el colofón a la primera huelga estudiantil del curso, lanzada en toda España por el Sindicato de Estudiantes. Según datos oficiales de la Conselleria de Educación secundaron el paro «entre el 85 y el 95 %» del alumnado del segundo ciclo de ESO, Bachillerato y FP. La legislación actual prohíbe al alumnado menor de 14 años hacer huelga. No obstante, al respaldar el paro la confederación autonómica de Ampas mayoritaria, la Gonzalo Anaya, muchas familias no llevaron ayer a sus hijos de primer ciclo de ESO al instituto, ni incluso al colegio. De hecho, la Gonzalo Anaya asegura que en Valencia no fueron a clase el 60 % del alumnado de Primaria.

La huelga estudiantil no tuvo repercusión en las universidades valencianas, donde las clases se desarrollaron con normalidad, al no apoyarla los sindicatos universitarios. Tampoco secundó el paro el profesorado, como si lo hizo en Madrid, Andalucía, Murcia y País Vasco. No obstante, ni el mayoritario Sindicat de Treballadors de l'Ensenyament (Stepv) ni la Federació d'Ensenyament de CC OO descartan una futura huelga unitaria que incluya a los docentes si el nuevo Gobierno no deroga la Lomce.

La coordinadora del Sindicat d'Estudiants del País Valencià, en declaraciones a Europa Press, pidió la retirada de la Lomce y «su característica más grave, que son las reválidas», en referencia a los exámenes finales de ESO y Bachillerato que se convocarán por primera vez en junio de 2017. Este curso no exigirá aprobar ninguna de las dos pruebas para titular, aunque la de Bachillerato si que tendrá repercusión al servir su nota para acceder a la universidad al ya no existir la selectividad. «Todo esto deja muy claro que quieren cerrar las puertas a los hijos de los trabajadores a tener una educación digna», añadió.

Toma del balcón municipal

La marcha estudiantil transcurrió sin incidentes pero concluyó con hecho nunca visto: una treintena de manifestantes entró en el ayuntamiento para subir al balcón municipal, desde donde gritaron consignas y uno de ellos ondeó la bandera republicana.

Fuentes municipales aseguran que los manifestantes subieron al balcón «a título individual pues, como cualquier otro ciudadano, hicieron la cola para entrar, pasaron por el arco de seguridad y se les revisó las mochilas como se hace en todos los casos». El acceso al balcón está abierto a los ciudadanos desde que el tripartito (Compromís-PSPV-València en Comú) gobierna en la ciudad. Las mismas fuentes aclaran que «los estudiantes ni siquiera entraron en grupo, sino que han ido subiendo porque querían hacer fotos de la manifestación».

«Lo que si que es cierto es que en el momento en que comenzaron a lanzar consignas, se les dijo que no podían hacerlo, y entendieron enseguida las razones que se les dieron, sin que haya habido ningún problema con ellos», añaden. Desde el consistorio insisten en que «no está permitida la exhibición de pancartas o emblemas en el balcón por parte de los visitantes».