La Universidad Católica de Valencia (UCV) también está negociando con la Conselleria de Sanidad un número concreto de plazas en hospitales públicos para que sus alumnos de Enfermería de cursos anteriores puedan completar sus estudios haciendo prácticas en la red pública como hasta ahora pero no para los estudiantes de Medicina, que completarán todos sus estudios con prácticas en centros privados.

Así lo confirmaron ayer fuentes del centro que, sigue así los pasos de la otra gran universidad privada de la Comunitat, la CEU-Cardenal Herrera. Tal como adelantó ayer Levante-EMV, el Consell de Govern de la Universitat de València ha respaldado el convenio con el CEU que debe dar cobertura legal a los estudiantes de ramas sanitarias de esta universidad para que puedan seguir haciendo sus prácticas en hospitales públicos hasta que terminen sus carreras. Es el compromiso al que llegó al Consell tras decidir que los nuevos estudiantes de Ciencias de la Salud de las privadas desde el curso 2016-2017 ya no iban a poder hacer sus prácticas en la red valenciana de salud.

La UV está haciendo este «esfuerzo» para dar una salida transitoria a estos estudiantes. La aprobación ayer en el órgano de gobierno -el punto lo defendió la vicerrectora de Estudios y Política Lingüística, Isabel Vázquez- es el primer paso para que los estudiantes de las privadas vuelvan a los hospitales públicos aunque sea de forma transitoria ya que, según puntualizaron ayer desde la UV, se trata de un convenio marco y aún deben cerrarse detalles como el número de profesores extra a contratar o la tasa que pagará el CEU en compensación. Las negociaciones de la Católica, en este sentido, están algo más retrasadas y todavía esperan conocer de cuántas plazas dispondrían para sus alumnos de Enfermería. Una vez cuenten con su «mapa sanitario» específico, iniciarán también las negociaciones con la UV y el resto de universidades públicas para firmar convenios parecidos que den cobertura a sus alumnos.

Estos acuerdos marcan que son las universidades públicas las que contratan a los médicos que tutorizan a los estudiantes evitando así la irregularidad denunciada por el Consell de que fueran las universidades privadas las que contrataran a personal estatutario que empleaba además recursos y tiempo públicos para sus tutorías. Este ha sido el principal argumento adoptado por el Consell para excluir a los estudiantes de universidades privadas del circuito público.