La conselleria de Agricultura y Medio Ambiente, Cambio Climático y Desarrollo Rural sigue siendo, sobre todo, la gestora de importantes fondos que llegan de Europa mientras que su versión medioambiental se mueve todavía en la penuria por falta de recursos económicos. Solo 109 millones de euros de los 316 millones presupuestados este año irán a áreas como Medio Natural y Evaluación Ambiental, Cambio Climático y Calidad Ambiental, la Gestión e Infraestructuras de Recursos Hidráulicos y Prevención de Incendios Forestales.

Fuentes de la conselleria valoraban ayer el «esfuerzo» por «frenar y revertir los fuertes recortes de años atrás, que en el caso de la dirección general de Medio Natural «han llegado a ser de más de 70 %».

Por partidas destaca porcentualmente la subida del presupuesto para políticas del agua, que crece un 38,9% hasta los 26,6 millones de euros y que se concentra en la ejecución del postrasvase Júcar-Vinalopó, entre otros.

La prevención de incendios forestales sube un 17,9% aunque se mantiene con unos modestos 19,1 millones de inversión.

Vaersa, con 45 millones de presupuesto y la Entidad de Saneamiento con 231 aportan mayor capacidad de gestión a la conselleria.

Agricultura garantiza aplicar las ayudas que cofinancia la UE

Respecto al capítulo agrario, la administración autonómica que dirige Elena Cebrián sostiene que el Presupuesto de 2017 «ha querido garantizar la aplicación de la Política Agraria Común (PAC)», en particular la continuidad de los programas cofinanciados en materia de desarrollo rural y pesca. Se da un impulso a las políticas de calidad agroalimentaria, así como la agricultura ecológica, innovación, sanidad vegetal y animal. En concreto, el programa de ordenación y mejora de la producción pesquera registra un alza del 11,4 %. En el área de desarrollo rural, la partida destinada a calidad, producción ecológica e I+D+i experimenta un aumento del 13,18 %. En líneas generales se logra una subida del 6 % en agricultura y ganadería. La conselleria de Agricultura se ha propuesto recuperar el terreno perdido en Planes de Desarrollo Rural (PDR) tras los retrasos de estos últimos años, con graves problemas de tesorería del Consell durante 2014 y 2015 y que generó la pérdida de fondos de Bruselas dada la falta de cofinanciación.