Ni ella es Antonia ni él, Luis. Pero así les llamaremos para preservar la intimidad de su hija, con un diagnóstico de transtorno esquizoide de la personalidad desde los 18 años. Ayer, al pareja (de 67 y 72 años) asistió a la manifestación organizada por la Plataforma en Defensa de los Servicios Públicos de Salud Mental, junto con otras entidades, por el centro de Valencia para denunciar las «graves carencias» que tiene el actual sistema público.

Agarrados a una larga manta que han tejido durante meses los distintos colectivos „para mostrar la «unión» que existe entre las distintas asociaciones„ Antonia y Luis mostraron su preocupación por «el hoy», pero sobre todo por «el mañana». «Nos preocupa el futuro de nuestra hija. Hoy tiene 37 años, pero ¿qué pasará cuando no estemos nosotros? Tardaron mucho en diagnosticar la enfermedad, el seguimiento no funciona porque tiene citas con el psicólogo y con el psiquiatra cada 3 meses y no hay trabajo para las personas como ella, aunque estén formadas y sean válidas», aseguraron.

Prioridades

Como Antonia y Luis, centenares de personas acudieron ayer a la cita organizada por la Plataforma en Defensa de los Servicios Públicos de Salud Mental. Desde la organización aseguraron que si se trata de establecer prioridades, una de las principales es la vivienda. «Necesitamos viviendas tuteladas. No queremos un modelo residencial porque las viviendas son mucho más baratas para la Administración que las residencias y, además, ayudan mucho al colectivo a la hora de potenciar la autonomía personal», afirmaron.

Además, recalcaron que la base de la protesta es exigir «una salud mental pública y de calidad porque faltan servicios, falta integración laboral, faltan recursos y falta personal», aseguró Gonzalo Nielfa, portavoz de la iniciativa.