Condenadas por los recortes y por la deuda arrastrada con las administraciones, las universidades públicas presenciales de la Comunitat Valenciana disminuyeron un 20,88 % sus gastos en investigación entre los ejercicios 2010 y 2014. Así lo certifican los registros de un reciente informe publicado por la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE) que sitúa a las facultades de Castelló, Valencia y Alicante por debajo de la evolución general, al alcanzarse un recorte del 26,34 % en territorio nacional. Eso sí, los fondos fueron cercenados en las 17 autonomías. Ninguna escapó a una tendencia donde la huella de la crisis económica también se deja notar.
Los datos confirman que el registro valenciano está por debajo del cosechado en aquellas autonomías donde más se sufre el golpe, como el País Vasco (-61,80 %), Cataluña (-49,60 %) o Castilla La Mancha (-48,43 %). En ocho regiones se rebasó el porcentaje medio. La Comunitat Valenciana se encuentra dentro de la bolsa de territorios con una bajada menor. «Sin embargo, no podemos decir que sea una buena noticia. Los datos del informe de la CRUE son 100 % fiables y el hecho de estar en mejor situación que en otras regiones no esconde que la evolución sea negativa. Contar con un porcentaje de este tipo es preocupante, aunque el recorte sea del 10, del 20 o del 50 %». Así se pronunció ayer Susana Díez, responsable de Universidades del sindicato FETE-UGT. La portavoz sindical atendió a Levante-EMV y expuso que «la principal consecuencia es que hay menos contratos. Los investigadores que sean funcionarios seguirán, pero no habrán nuevos fichajes. Esto es un gran problema y lo es para todos».
Más de 8.500 grupos
En términos similares se mueven los responsables del informe, que alertan sobre «la ralentización con la que están actuando la mayoría de los más de 8.500 grupos de investigación registrados en las universidades públicas españolas como consecuencia del brusco y persistente descenso de la financiación». «Sin embargo, lo que realmente resulta decisivo es la miopía con la que se viene actuando en este desempeño universitario que, sin duda, mermará el bienestar de las futuras generaciones de españoles al impulsar en nuestro modelo económico la trampa de baja productividad, bajas tasas de crecimiento y bajos niveles salariales», prosiguen. A su vez, todos los indicios apuntan a que los porcentajes de los dos últimos años también serán negativos. De hecho, los autores del documento argumentan que «los retardos que caracterizan a este tipo de gastos hacen que, a pesar de que la tendencia bajista que venía observándose en los ingresos generados por la investigación haya sido quebrada en el año 2014, continúen registrándose variaciones negativas».
Lourdes Peñalver, responsable de Universidades de CC OO-PV, comentó que «el principal problema es que no se dan proyectos por parte del gobierno. Hablamos de una situación que se registra a nivel nacional en la actualidad». Por otra parte, los autores del trabajo también comparan los ingresos estimados por investigador a tiempo completo cosechados en los años 2010 y 2014 en las quince principales universidades de la geografía española „aquellas con un indicador superior a la media„ y entre las que se encuentra la Universitat Politècnica de València (UPV) junto a campus de referencia como la Pompeu Fabra. Según los datos aportados, el centro valenciano es uno de los que registran una mayor merma económica, con un descenso del 29 %. En términos cuantitativos se pasa de una estimación de 40.650 euros ingresados por Personal Docente Investigador (PDI) en 2010 a los 28.742 en el ejercicio de hace dos años.
Reducción de la productividad
Por último, los autores del informe critican la «reducción de la productividad del profesorado en esta actividad, derivada de una menor captación de recursos de manera generalizada durante la crisis explicada por la disminución del gasto de las administraciones públicas y las empresas».
