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Valencianismo

De la depresión al grupo de presión

El valencianismo cívico de la Fundació Nexe crea tres laboratorios con académicos, sociedad civil y cuadros de la Administración para influir en la acción del Consell

La sociedad civil valenciana, dice la boutade, se estructura en casals falleros, bandas de música y grita gol en Mestalla. Más allá se abre el desierto de la articulación social colectiva. Esa misma orfandad se reproduce en los famosos think tanks: los laboratorios de ideas y promotores de iniciativas que buscan condicionar la gestión pública. No ha sido una tierra de sociedad civil politizada. Sin embargo, algo se está moviendo en el horizonte.

El mes pasado, la Associació de Juristes Valencians culminaba su tarea por conseguir la adhesión, uno a uno, de 130 ayuntamientos que exigen al Estado el respeto al derecho foral valenciano y que retire sus recursos contra las leyes civiles de las Corts como la separación de bienes o la custodia compartida. Ahora, la Fundació Nexe, un modesto pero activo grupo de presión del valencianismo progresista surgido hace cinco años y consolidado como factoría de trabajos académicos, amplía el radio para convertirse en algo inédito en el panorama político-intelectual valenciano: un espacio estable y amplio de encuentro entre sociedad civil, sector académico y ámbito institucional.

La reconversión se materializa esta semana. Tras la salida de Vicent Flor y la llegada del profesor Elies Seguí como director académico, la Fundació Nexe ha constituido tres laboratorios permanentes nutridos de abundantes profesores universitarios. Los grupos, denominados labs, reflexionarán en torno a Democràcia i Participació, Economia i Territori, y sobre Identitat y Cultura. Más de sesenta miembros integran unos laboratorios encargados de aumentar las publicaciones y promover congresos, jornadas y presentaciones.

Mayor transversalidad

La mayoría son profesores y catedráticos de todas las universidades públicas valencianas. Muchos de ellos están en sintonía con el valencianismo de Compromís, pero sus responsables destacan que la nueva reconversión ha buscado «una mayor transversalidad política», con guiños a la órbita del PSPV o EU. «La casa la hemos de hacer más grande, con un valencianismo en toda su amplitud y sin carnés», destaca Elies Seguí.

El próximo viernes y sábado realizan su primera acción. Serán dos días con mesas de trabajo en los tres laboratorios. El de Economia i Territori lo abrirá una ponencia sobre los clústers industriales a cargo de la profesora italiana Valentina De Marchi. Contará con la participación de los consellers Vicent Soler y Rafael Climent, del rector de la Politècnica Francisco Mora, del presidente de Ferrmed Joan Amorós, de representantes de Ateval, Consum o Caixa Popular, así como de los directores generales de Economía, Comercio, Internacionalización o el Institut Valencià de Competitivitat Empresarial.

Bajo el título «El valor dels governs de coalició i la participació ciutadana», el panel de trabajo del laboratorio de Democràcia i Participació contará con el profesor Josep Maria Reniu, la socialista Zulima Pérez, secretaria autonómica de Participación, Amadeu Mezquida (director de la campaña de Compromís en Valencia), o la alcaldesa de Sueca, Raquel Tamarit.

El primer foro de discusión del laboratorio Identitat i Cultura abordará el «Multilingüisme i diversitat lingüística: les polítiques lingüístiques a la Unió Europea», con una mirada a conceptos como el estatus oficial de las lenguas, los derechos lingüísticos o la seguridad lingüística. Participarán el director general de Política Lingüística Rubén Trenzano, el decano de la Facultat de Filologia de la UV, o expertos conocedores del caso de Finlandia, Gales, Cataluña y la Comunitat Valenciana.

Dice Amadeu Mezquida, secretario general de la Fundació Nexe, que el objetivo de los nuevos laboratorios es «aportar contenido y acciones que impregnen la agenda política y puedan llevarse a cabo ya desde las conselleries o los ayuntamientos». Una de las claves, subraya, es que «el valencianismo había mirado mucho al pasado y ahora cambia de ánimo para mirar al futuro y cambiar el relato». La otra clave es que, después de décadas de llanto y protesta estéril, el valencianismo cívico ve ahora al alcance de la mano influir en el Diari Oficial de la Generalitat Valenciana.

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