De una desgracia común y que les une, han creado un reto ilusionante que les motiva. Susana Laguarda, Carmen Peláez, Yolanda Preciados, Marian Santiago y Patricia Alonso son cinco mujeres que han superado un cáncer y que ahora se embarcan en un nuevo reto: navegar de Valencia a Martinica a los mandos de un velero. Una manera de demostrar que hay vida después de superar la enfermedad, y que, además, se pueden conseguir grandes logros.

La iniciativa es idea del periodista y escritor Eric Frattini, tras perder un amigo por cáncer y al mismo tiempo conocer la historia de una mujer que superó la enfermedad, y ha sido impulsada por Pelayo Vida y el proyecto TREX Exploring, junto a una decena de patrocinadores.

Las cinco mujeres, de entre 37 y 57 años, partirán de Valencia el próximo domingo y harán escala en Málaga dos días después, antes de partir hacia Tenerife, desde donde calculan que navegarán unos 14 días sin parar hasta llegar a Martinica, isla francesa en el Caribe.

«Lo afronto con mucha alegría, fuerza y ganas de demostrar que hemos salido del cáncer; tenemos mucha ilusión», asegura Susana.

Para que todo salga bien, Carmen confía en la capacidad de unión del grupo. «La convivencia es un punto clave, pase lo que pase vamos las cinco juntas; el equipo tiene una finalidad en común y cada una aporta lo mejor de ella para superar el reto», asevera Carmen.

Las cinco mujeres recorrerán el Océano Atlántico a vela, para transmitir un mensaje en nombre de todas las mujeres: «Se puede vivir con más calidad que antes de la enfermedad». Por ello, el principal objetivo es «demostrarnos a nosotras mismas que podemos salir mucho más fortalecidas».

¿Miedo antes de empezar el viaje? Ellas dicen no tener. «Quizás nos asusta no estar a la altura y no satisfacer las expectativas del equipo, pero no tenemos otro miedo, hemos pasado un máster», afirma Yolanda. Y es que, junto a ellas navegará un equipo auxiliar, compuesto por el olímpico Iago López, el capitán Diego Fructuoso, el dueño del barco, Julio Wouter, el traumatólogo Alberto Francés, y un equipo gráfico. No obstante, aseguran que son ellas las que tomarán el timón del velero, donde ya se manejan con facilidad y conocen todas las maniobras necesarias para la navegación, ya que han estudiado y entrenado duro durante los últimos meses.

Una «unión importante»

Las cinco mujeres no se conocían antes, y fueron las elegidas entre más de 80 candidatas que se presentaron. Una selección que no fue fácil, explica Frattini, y en la que se buscó a mujeres con una cierta experiencia deportiva y que pudieran soportar las inclemencias del tiempo y el mar y, sobre todo, los turnos de guardias, cada cuatro horas durante casi 15 días sin parar.

«No nos conocíamos, la primera vez que nos vimos fue en una travesía de Valencia a Formentera [prueba definitiva para la selección]. Desde el primer momento fue una unión casi perfecta; parece que cuando superas una enfermedad y conoces otra persona que lo ha pasado, hay una unión importante», opina Marian.

Por su parte, Patricia asegura que después de la quimioterapia, cada acción (como levantarse o salir a la calle) es «un reto» y que los días que «estás floja y triste», la familia «da fuerza». «Aquí vamos a hacer lo mismo: el día que una no pueda con una vela, estarán las demás», afirma convencida.

El Reto Pelayo Vida Transatlántica 2016 «es un proyecto impresionante con mil detalles que cuidar y el aspecto médico era uno más», apunta Alberto Francés, traumatólogo de Quirónsalud. Su trabajo ha empezado «en tierra, para evaluar el estado físico de las participantes». A partir del domingo, también se embarcará con un pequeño equipo quirúrgico y estará atento a los posibles contratiempos que surjan, previsiblemente «golpes, torceduras, heridas...».

Las cinco ya saben subir velas, tensar cuerdas, manejar el timón y recoger los amarres y, además de estar unidas por la enfermedad (todas padecieron cáncer de mama, menos Yolanda, que sufrió de útero), también lo están por esta aventura. El ideólogo, Eric Frattini, viajará con ellas, y ya prepara nuevos retos con víctimas de abuso escolar y mujeres maltratadas.

Se puede seguir la aventura del equipo en redes sociales, y hasta la salida se preparan en el puerto de Valencia, donde reciben visitas como la de la asociación Vivir Como Antes, que ayer les entregaron obsequios hechos a mano en sus talleres.