La situación del consejo rector de la nueva RTVV es de precariedad absoluta. No tiene espacio propio ni personal alguno. Por ahora cuenta con el apoyo de los funcionarios de la secretaría autonómica de Comunicación y ha iniciado gestiones para encontrar acomodo en el centro de producción de programas de Burjassot, la sede de la anterior televisión valenciana.
El consejo ya pidió a la secretaría autonómica que se dirigiera a los liquidadores de Canal 9 para ocupar unas dependencias en Burjassot en régimen de alquiler. Ahora se está a la espera de recibir la respuesta escrita.
La cuestión del personal es más peliaguda, ya que existe la amenaza de un recurso de inconstitucionalidad del Gobierno central por el trato preferente a los extrabajadores de la antigua RTVV.
De momento, el consejo va a crear una lista de puestos imprescindibles a cubrir para poder operar con cierta solvencia. Se trata de personal administrativo y técnico, nada que tenga que ver aún con las funciones propias de una radio y una televisión.
Los miembros del consejo rector acordaron también ayer crear una comisión para elaborar el borrador de mandato marco del ente, el documento programático que ha de aprobar las Corts.
La prueba de que, aunque con dificultades, el nuevo organismo empieza a ser una realidad es que ya tiene identidad fiscal, plasmada en un NIF. Si existe para Hacienda es que algo hay ya.
