El vicesecretario general y de Organización del PSPV-PSOE, Alfred Boix, manifestó ayer que sin la fuerza del socialismo catalán el PSOE no puede aspirar a «recuperar su vocación de fuerza mayoritaria». Boix acudió, en representación de los socialistas valencianos, al congreso nacional del PSC celebrado en Barcelona, dado que el president de la Generalitat y secretario general del PSPV, Ximo Puig, se excusó por enfermedad. El XIII congreso del PSC ratificó ayer a Miquel Iceta como primer secretario del PSC por los próximos cuatro años. El líder catalán es partidario de Pedro Sánchez y contrario a las tesis de Susana Díaz y de la actual gestora del PSOE.

Por su parte, Alfred Boix incidió en que «no se pueden romper las relaciones entre el PSOE y el PSC», tal como suscribió el propio Puig. Boix apostó por el diálogo como solución «a cualquier tipo de diferencia, siempre», y remarcó que es fundamental mantener una visión global, de conjunto, «para entre todos sumar, aportar ideas y conseguir reformular una relación que jamás se puede romper porque parte una misma base que es la socialdemocracia y el empeño por mejorar la vida de los ciudadanos y ciudadanas». Por su parte, el president de la Generalitat Valenciana defendió por la mañana que «no puede haber un divorcio entre el PSC y el PSOE», ya que ambos forman «parte de lo mismo», pues el PSC es «la representación del PSOE en Cataluña».

Puig realizó estas declaraciones a los periodistas tras asistir al acto de inauguración del monumento a las víctimas del accidente de metro de Valencia de 2006, donde explicó que finalmente no acudiría al Congreso del PSC, como tenía previsto, debido a una dolencia médica y a que hoy se va de viaje a Londres. «Desgraciadamente, no voy a poder estar» en el congreso del PSC, pero «voy a enviar un mensaje de cariño y afecto a los compañeros del PSC», a los que les une una «relación fraternal». Preguntado sobre si el hecho de que nadie de la gestora del PSOE acudiera al cónclave del PSC suponía una ruptura, Puig ha indicado que «son momentos de una cierta dificultad», pero se mostró convencido de que «se van a arreglar las cosas, lógicamente».